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1) Ser vistos: Muchas veces hacemos cosas para que la gente nos vea y hasta, incluso, buscamos hacer cosas para ser tenidos en cuenta. Porque hasta se hace un círculo vicioso en donde busco hacer cosas para agradar o ser tenido en cuenta, pero cuando no se cumplen mis expectativas me bajoneo o me enojo por no tener el resultado que quería del otro. Acordate que solo podés hacerte cargo de tus actos, pero no podés hacerte cargo de lo que haga o decida el otro. No es lo mismo amar a alguien que buscar ser amado por alguien, porque las expectativas llevan a la ansiedad, y esa ansiedad lleva a la tensión y esa tensión te puede llevar a perder la atención a lo que es verdaderamente importante en tu vida.
2) Limosna: Esta palabra viene del término “compasión” o “dar por caridad”. Por tanto, el darte a los otros o ayudar al otro no pasa porque esperas algo del otro, sino porque tu ayuda puede generar algo en ese otro. La misma limosna es para ayudar a que esa otra persona salga adelante, no que sea un dependiente eternamente de alguien. Incluso en misa existe una parte que es “pasar la limosna”, en donde, con tu aporte, se ayuda a la caridad de la Iglesia en sus obras o en su mantenimiento. Eso nos diferencia de pedir el diezmo, ya que nosotros los católicos recibimos lo que sale desde vos y no desde una ley evangélica. Aunque siempre digo que aquí aparece la providencia, ya que con las limosnas de los domingos muchas veces no llegamos a pagar la luz, pero siempre aparece alguien a dar una mano para que se mantenga la Iglesia de Jesús.
3) Secreto: Que tu obrar siempre sea en lo secreto, porque Dios sabe lo que haces y por quién lo haces. Hay veces que en vez de ser agentes de la pastoral, en donde pastoreamos a nuestros hermanos para llevarlos a Dios, somos agentes del FBI en donde controlamos a los cristianos para ver si se los puede excluir o perseguir o simplemente destruir. Que tu vida no sea un reality, ni mucho menos un posteo diario, sino más bien un encuentro con aquellos que saben quién eres y con quién verdaderamente te has entregado. Algo bueno está por venir.
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1) Odiar: Yo siempre creo que hay un proceso de la persona y que el odiar a alguien es el último paso que uno hace en la vida. Porque primero está el dolor y, cuando el dolor no lo trabajas internamente, te lleva a la angustia y, si no lo trabajas, te lleva a la ira y, si no lo trabajas, te lleva a la venganza y, si no lo trabajas, te lleva al rencor y por último se cae en el odio. Pero este último punto es el fin de un proceso en donde no trabajaste anteriormente tu interior. Por tanto, odiar no es producto de lo que hace el otro en tu vida, sino más bien de tu falta de trabajo por lo que otros hacen o ante lo que otros hacen.
2) Rueguen: Me tocó de cerca vivir la experiencia de saber que una persona me difamaba. Incluso hace unos años atrás me llamó mi obispo y me planteó una situación que ni siquiera yo sabía, y me dijo: “sabes que al estar expuesto hay gente que te quiere exportar”. Me quedó grabado eso y lo entendí claramente, que siempre habrá gente que hablará de uno y, cuanto más expuesto uno está, más expulsión surgirá, porque hay gente que te quiere sacar de la vida, de su vida o de lo que haces. Pero, sin embargo, la clave es rezar y pedir a Dios por esa gente, para que tenga paz. Porque, cuando hay gente atenta a atacarte, habla más de quien ataca, que de quien es atacado.
3) Perfecto: Ser perfectos, en el sentido hebreo, implica ser una persona abierta al aprendizaje. Es ser una persona que aprendió de los errores y de las lágrimas. La perfección no pasa por tener todo resuelto y sin haber caído nunca. La perfección en el cristianismo es aprender de lo que has cometido y evitar volver a hacerlo. Todos hemos caído, pero no todos nos hemos levantado. Todos nos hemos equivocado, pero no todos hemos aprendido. Todos hemos sido infieles, de una u otra manera, pero no todos hemos cortado. Todos tenemos pecados, pero no todos lo hemos aceptado. Algo bueno está por venir. Algo bueno está por venir.
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Diente por dentista
1) Se dijo: La vida misma es un aprender y conocer desde lo vivido. Uno siempre debe ayudar hasta donde pueda, pero no podemos actuar con medidas. Porque medir a la gente hace que seamos desconfiados constantemente, incluso nos hace desconfiar hasta de nuestra forma de actuar. Hay personas que hasta tienen el VAR incluido, y eso que no juegan en la FIFA, pero constantemente están midiendo su acción o revisando el actuar del otro. No se puede vivir así, en el constante revisar lo que dijo o lo que hizo o lo que me imagino que podría hacer.
2) Frente: A las personas que nos golpean o nos es mejor decirles lo que nos dolió y distanciarse. A mí me pasó con un “amigo” que me terminó endeudando. Tuve que decirle: “te quiero mucho., pero mira lo que me hiciste”. “Por tanto, como persona contá con mis oraciones y consejos, pero con dinero nada, y menos con trabajos (ya que era carpintero)”. Eso sí era necesario, la distancia, pero hice un cierre luego de manifestarle mi postura. Porque si le inicio una guerra puede que termine como Napoleón, comienzo venciendo, pero terminó vencido. Vivir en guerra casi que es adictivo, por ello mejor evitarlo para no ser un adicto de vivir así.
3) Acompañar: En la vida tendremos que acompañar a mucha gente, pero con fecha de vencimiento. El acompañar eternamente a alguien solo le corresponde a Jesús, pero a nosotros no. Porque si no podés tomar una posición de pasar de acompañante a ser un Uber. Hoy pedí a Dios la fortaleza para acompañar y saber decir “hasta acá”. Algo bueno está por venir.
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Santísima Trinidad
1) Muchas cosas: El conocer a Dios no pasa solo por lo intelectual, sino también por lo vivencial. Esto me recuerda a Santo Tomás de Aquino quien, una vez que vio a Jesús, mandó a quemar todos sus libros, porque no eran nada comparado con lo vivido. La vivencia de un encuentro con Cristo hace que tu vida cambie y que estés decidido a cumplir la voluntad de Dios. Solo desde allí se puede explicar mucho de lo que uno vive y enfrenta.
2) La verdad: Sinceramente lo que me hace seguir en este camino de Cristo es la experiencia vivida. Estos días meditaba muchas cosas que me tocó vivir dentro y fuera de la iglesia también, desilusiones, enojo y tristeza. Hasta incluso sentía miedo por si aparecía la calumnia, ya que en estos tiempos todos hablan muy sueltamente de la vida de todos. Pero, cuando lo hablaba con mi confesor, me recordaba que tenía que volver al Dios de la Vida, al por qué elegí esta vida, era recordar mi experiencia de encuentro con Cristo.
3) Glorificar: La gloria de esta vida no pasa por tener fortunas o seguridades materiales, ni mucho menos tener un cargo o una posición. La gloria es saber que con tu vida estás cumpliendo la voluntad de Dios, y hasta me animo a decirte que la gloria es dormir con un corazón lleno de paz y una conciencia tranquila. Algo bueno está por venir.
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Jurar
1) Antepasados: Cada uno lleva su vida como puede, pero también como quiere. Porque son las decisiones las que van formando tu vida y afinando tu existir. El tema es ver el legado recibido por los tuyos. No es necesario que asumas el estilo de vida que llevaron tus padres y, mucho menos, asumir posiciones o posturas que tomaron tus abuelos. Los tiempos cambian y las personas también.
2) Modo: Es verdad que hay que tener cuidado con las personas, pero también con los modos como uno dice las cosas. El arte de decidir y saber decir no lo tenemos todos. Por eso aprende a saber que lo que digas es producto de lo pensado, más que de lo sentido. Por eso aprende a decidir y a decir desde lo que piensas, más que desde lo que sientes; porque los sentimientos son momentáneos.
3) Maligno: Las personas malas existen y están, pero también te pueden contagiar desde el desear el mal y hacer el mal. Por eso sé cauteloso y pedí a Dios el don de saber discernir. Porque no podemos dejar de lado a las personas que nos hicieron o hacen sufrir. La diferencia es que quien es bueno aprende de lo sucedido. El que es malo se venga de lo sucedido. Algo bueno está por venir.
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Deseos
1) Corazón: En estos últimos tiempos parece que la vida de todos es un libre comercio, donde casi que nos convertimos en un outsider y hasta nos rebajan o nos suben de precio existencial por lo que publicamos en las redes o nuestra performance o simplemente por con quiénes estuvimos. Basta ver que casi que ya nos cosificamos entre nosotros y hasta parece que ya no importa lo que sentimos.
2) Arráncalo: Hay cosas y personas que tenemos que arrancar de nuestras vidas, no por el solo hecho de que nos hagan pecar, sino más bien porque no nos aportan a nuestra vida y hasta nos hacen perder la paz de lo que estamos llamados a tener en la vida. No dejes que las personas que te rodean corten tus sueños y tus ganas de vivir. Hay veces que es necesario cortar con ellos para poder vivir.
3) Abandona: el Papá Francisco nos recordaba que muchas de las uniones matrimoniales son de manera inconsciente y que casi la mayoría de los que recurren al sacramento del matrimonio lo hacen por una tradición o por una cuestión cultural, más que por una convicción. Creo que debemos replantearnos, como católicos, si el matrimonio lo mostramos como es. Incluso a mí me pasa que trato de evitar asumir casamientos en otros lugares que no sean mi parroquia, porque temo ser parte de un show más que de administrar o testificar un sacramento. Hoy pidamos a Dios que nos enseñe lo que es amar y valorar más el sacramento matrimonial. Algo bueno está por venir.
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Ser justos
1) Justicia: Hay veces que uno se pone como juez de los demás. Incluso a mí me pasó. Estaba hablando con una persona muy importante para mi vida en estos días y le contaba de unos problemas que tenía. Me dijo “el problema es que te pones como juez; salí de esa posición” y tenía razón. Me había puesto con esa postura de juez que me hacía enojar porque no aceptaban mi propio veredicto, que yo mismo había sacado, pero que nunca les había dicho. Hay veces que, cuando te pones como juez, tu misma vida se empieza a centrar en enjuiciar y falta que consigas a alguien que actúe como policía para que ejecute tu postura. Pero la vida no es así, con tu vida podrás emitir juicios, pero las personas van asumiendo sus posiciones con el tiempo y el espacio que vos le vas cediendo.
2) Irrita: No te irrites por cosas que capaz no son necesarias. Aprende a mirar el todo y comprender que todo tiene una explicación con Cristo y desde Cristo. Enojarse no lleva a ganar nada. Incluso los enojos te pueden llevar a solo aumentar estenes o una operación cardiovascular.
3) Ofrenda: A Dios estamos llamados a darle lo que somos más que lo que poseemos y, por sobre todo, no podemos tener una división entre lo que creemos y lo que hacemos. Lo que uno hace es convicción de lo que uno cree. No dejes que la vida misma te disocie lo que crees con lo que haces. Algo bueno está por venir.
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San Bernabé
1) Camino: La vida es un caminar y como dice la canción “se hace camino al andar”. El problema es cuando buscas que otros caminen tu camino porque tenés miedo a caminar. El caminar implica también riesgos, pero con la vida vas aprendiendo cómo caminar. Cuando sos joven casi que corres, pero más duro te golpeas; en la madurez sabes en qué momento correr para evitar una caída; pero en la vejez ya no corres, porque la vida te enseñó a superar los riesgos.
2) Curen: Cada vez que medito este Evangelio me hago una autocrítica, es la de que, como iglesia, me planteo si seguimos curando. Hay veces que ponemos el cartel de “hospital del alma”, pero cuando llega un herido por la vida nos escandalizamos y juzgamos. En vez de ser un “hospital para el alma” somos un juzgado de las almas. Otras veces nos disponemos a abrir puertas, pero en vez de buscar almas para aliviarlas, queremos abrir las puertas para tener más seguidores, esperando recibir el premio de YouTube por seguidores de alma. Otras veces generamos actividades, pero nos peleamos dentro de nuestra institución para ver quién sobresale más o simplemente hace el evento para tener un premio relevante.
3) Busquen: Creo que la palabra que me resuena es “dejarme ayudar” y buscar gente buena que me ayude a cumplir la obra de Dios en mi vida y en tu vida. Hay mucha gente que quiere servir, pero no sabe cómo; mucha gente que necesita de Dios y nadie le ha llegado aún, porque seguimos reunidos haciendo planificaciones, talleres o jornadas de evangelización. Y nos olvidamos que evangelizar es llevar el evangelio con tu vida, porque muchos, el único evangelio que conocerán puede que sea solo tu vida. Algo bueno está por venir.
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Salar la vida
1) Son: Vos sos la persona que le tiene que poner gusto a la vida. Sos vos quien tiene que cambiar la actitud y dejar de lado esa dependencia de que aparezca alguien para que le ponga el gusto a tu vivir. Tu vida es única y no podés estar esperando siempre que aparezca alguien que le ponga el gustito a tu vivir. Incluso hay gente que tiene una mirada de Disney, porque espera que aparezca la persona que le cambie la vida. Lamentablemente, debo decirte que no. Si vos no miras tu vida nadie la mirará por vos.
2) Pisada: Cuando en la vida te dejas estar y vivís a la espera de que aparezca alguien que te enamore y le ponga un sentido a tu vida, puede que te pisoteen y hasta lleguen a usarte y manipularte. En la vida aprendi que no puedo ser un Uber de alguien, porque me lleva y me trae donde quiere y lo curioso es que me use o me tenga a la espera. Tu vida no puede ser un Uber en el que te mande un mensaje para que te vea cuando quiera y te bloquee cuando no te necesite.
3) Luz: Estás llamado a iluminar y a garantizar que estás invitado a anunciar a Jesús. Que la paz que haya en vos sea tu irradiar de luz a los demás. No dejes que nadie apague esa luz que vos tenés en vos. Algo bueno está por venir. -
María, Madre de la Iglesia
1) La cruz: Hoy celebramos una fiesta presentada en el Concilio Vaticano II, pues la Iglesia en este tiempo también tiene cruces y nos crucifican. Porque la Iglesia no es una estructura institucional, la Iglesia somos vos y yo. En este milenio cuánto nos han crucificado, pero seguimos aquí, porque la Iglesia es de Dios, porque vos sos de Dios y donde está Dios está María.
2) María al pie: La teología nos dice que los dolores que una mujer tiene al dar a luz, al tener un hijo, María los tuvo al ver a su hijo crucificado, pero la iconografía nos muestra a María de pie. Porque cuando el dolor aparece en tu vida y cuando sentís que todo se te cae en la vida, lo único que te hace mantener en pie es la fe. Hoy alimenta tu fe. Es la fe lo que te mantiene en pie.
3) Vida: Hoy pidamos por nuestra Iglesia, por el Papa y su salud. Porque más allá de lo que pensés o te digan, es quien guía a la Iglesia. Yo, con 23 capillas, ya tengo canas. Imagínate él que debe guiar a toda la Iglesia. Pidamos por los obispos, pues son los que nos confirman en la fe y deben protegernos de tantos errores doctrinales que hay. Pidamos por todos los sacerdotes y consagrados, para que recordemos que somos de Dios y llevamos a Dios. Pidamos por cada bautizado, para que se ponga la camiseta de la Iglesia y recuerde que es Iglesia. Algo bueno está por venir. -
María, Madre de la Iglesia
1) La cruz: Hoy celebramos una fiesta presentada en el Concilio Vaticano II, pues la Iglesia en este tiempo también tiene cruces y nos crucifican. Porque la Iglesia no es una estructura institucional, la Iglesia somos vos y yo. En este milenio cuánto nos han crucificado, pero seguimos aquí, porque la Iglesia es de Dios, porque vos sos de Dios y donde está Dios está María.
2) María al pie: La teología nos dice que los dolores que una mujer tiene al dar a luz, al tener un hijo, María los tuvo al ver a su hijo crucificado, pero la iconografía nos muestra a María de pie. Porque cuando el dolor aparece en tu vida y cuando sentís que todo se te cae en la vida, lo único que te hace mantener en pie es la fe. Hoy alimenta tu fe. Es la fe lo que te mantiene en pie.
3) Vida: Hoy pidamos por nuestra Iglesia, por el Papa y su salud. Porque más allá de lo que pensés o te digan, es quien guía a la Iglesia. Yo, con 23 capillas, ya tengo canas. Imagínate él que debe guiar a toda la Iglesia. Pidamos por los obispos, pues son los que nos confirman en la fe y deben protegernos de tantos errores doctrinales que hay. Pidamos por todos los sacerdotes y consagrados, para que recordemos que somos de Dios y llevamos a Dios. Pidamos por cada bautizado, para que se ponga la camiseta de la Iglesia y recuerde que es Iglesia. Algo bueno está por venir.
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Pentecostés
1) Si me aman: A lo que nos mueve el Espíritu Santo es a amarnos para amar, porque sentir el amor de Dios es lo que me lleva a llevarlo y proclamarlo. Cuando pedimos un nuevo Pentecostés en la Iglesia lo que pedimos es volver a creer y volver a sentir que Dios está en mí y que está más vivo que nunca. Es el amor de Dios el que motiva y confirma a la Iglesia su misión.
2) Habitar: Estar con Dios implica una relación , un constante estar. Es saber que Dios está en mí y yo en Él. Hoy pedile que te ayude a ver su presencia en vos y en tu corazón, que te ayude a comprender que todo lo podés pasar, incluso lo más difícil, sabiendo que está con vos y que te acompaña. La vida sin Dios se hace difícil y, cuando uno lo encuentra, se convence de que hay algo más y de que nunca caen las oportunidades.
3) Recordará: Es fácil que nos olvidemos y hasta incluso podemos perdernos de la esencia que Jesús nos propone. Y, en vez de ver la religión como un facilitador de la vida, podemos ver la religión como un fanatiquizarnos de la vida y eso nos lleva a olvidarnos de ser anunciadores, para convertirnos en adoctrinadores. Que el Espíritu Santo nos renueve como Iglesia. Algo bueno está por venir.
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Entregada
1) Volviéndose: Hay veces que nos volvemos a mirar el pasado o mirar personas que no nos aportaron. El tema no es a donde miro, sino el para qué miro. Puede que pases el tiempo perdiéndolo en investigar cosas que no aportan a tu vida o simplemente que pases el tiempo siendo un detective de tu vida, buscando culpables o simplemente buscando cosas para hacerte víctima. Aprende a mirar a los que te hacen bien y aportan a tu vida.
2) Este: Hay veces que nos ponemos a ver la vida de los demás, solo para compararnos, y siempre aparece eso de: “el pasto de mi vecino siempre es más verde”. Es por ello que no dejes de buscar lo que te dé paz y aprende a centrar la mirada en vos y no en un constante comparativo con los demás. Vos SOS vos y aprende a aceptarte como SOS porque las cosas y las personas son como son.
3) Sígueme: Es volver a recordar la vocación primera y saber que cada persona es única y diferente. Todos tenemos algo que cambiar y por algo que cambiar. Porque en el transcurso de la vida se nos va metiendo la envidia y peor cuando tenemos el autoestima bajo. Puede que dejemos de seguirlo para quedarnos mirando a quien lo sigue. Algo bueno está por venir.
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Amar es apacentar
1) Apareció: Es en las ausencias donde aparecen las carencias y las necesidades. El problema no pasa por las carencias, sino más bien en dónde llenarte o cómo saciarte. Cuando en vos y en mí aparecen las ausencias, uno puede buscar llenarlo con cariños o afectos para solo calmar las carencias, pero como dice el dicho: “puede ser peor el remedio que la enfermedad”. No dejes que las ausencias y carencias te hagan buscar soluciones que te apresen o que simplemente te liquiden, porque el miedo a la soledad puede llevarte a someterte a una constante adversidad.
2) ¿Me amas?: El amor aquí también implica convicción y la convicción exige decisiones. Todo esto lo vemos en Pedro, porque estar decididos implica estar convencidos y estar convencidos hace que uno actúe y se preocupe por lo que ama. Hoy, ¿de qué estás convencido?
3) Apacentar: El apacentar es producto de la convicción del amor que uno tiene. Por eso voy comprendiendo que mi trabajo como cura pasa por estar más convencido del amor que tengo a Cristo que por hacer acciones constante sobre labores de Cristo. Mi actuar debe pasar por mi amor a Cristo más que por un aparentar, incluso usándolo a Cristo. Hoy pedí a Dios que te dé la gracia de enamorarte más de Él y dejar de aparentar o hacer cosas para crecer en las acciones de tu grey. Date esa oportunidad de sincerarte y hacer las cosas por convicción más que por lo que creas que podés aprovecharte de la situación que ves. Algo bueno está por venir.
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Evangelizar
1) Ruego: Es comprender que la evangelización comienza desde las rodillas y que es esencial el orar para llevar a Jesús. No dejes que el activismo te haga olvidar lo esencial de lo que es el anuncio. Muchas veces, como Iglesia, nos hemos detenido a organizar más talleres y asambleas que oraciones comunitarias o adoración eucarística. La fuerza y la firmeza de evangelizar está en la oración y adoración eucarística, algo que hace tiempo nos viene recordando el mismo Carlo Acutis y santa Teresa. Como decía la madre Teresa de Calcuta: “tantas horas de atención a enfermos serán las horas de oración frente al sagrario”.
2) Unidad: En estos días nos sigue recordando Jesús que la clave es pedir por la unión entre los cristianos. Es vital ser más unidos que estar tanto tiempo reunidos. Porque nuestro ideal pasa por comprender que Cristo nos ha redimido a “todos” y la clave es que somos todos llamados a unirnos más allá del pecado que tengamos y lo que seamos. Todos tenemos una oportunidad de un encuentro con Cristo.
3) Conmigo: Volvé a Jesús, es el único que nos permite llegar a la eternidad. Es volver a Él y recordar que todo lo hacemos por Él y para Él. Cuando uno se olvida de eso busca otros alivios, ya sea en el poder o en el placer. Recordá que nuestra vida es vivir en Cristo, por Cristo y para Cristo. Algo bueno está por venir.
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Que todos sean uno
1) Al cielo: Cada vez comprendo que las cosas se hacen desde Dios y no desde nosotros. Hay veces que se nos mete el voluntarismo, hay veces que las cosas las queremos hacer nosotros como nosotros queremos que sean. Incluso hasta buscamos manipular las cosas de Dios y desde Dios. Hay veces que tenemos que aprender a mirar las cosas desde el cielo, y comprender que todo sucede por algo y para algo, que las cosas se hacen “a Dios rogando y con el mazo dando”. Porque es asumir que Dios es el piloto de mi vida y yo soy el co-piloto.
2) Cuidaba: Creo que en estos tiempos vivimos muchos ataques a la Iglesia y en la Iglesia. Basta mirar Facebook o Instagram un poco. Lo curioso es que los que estamos dentro de la Iglesia la defenestramos, falta que hagamos campañas políticas o simplemente grupos cerrados en donde nos atacamos entre nosotros. Los que usan sotana de los que no lo usan, los liberales contra los conservadores dentro de la Iglesia, los progresistas contra los tradicionalistas, etc. Aparte de no cuidarnos, nos liquidamos entre nosotros. Por eso es necesario aprender a cuidarnos y a respetarnos, quien use o no use sotana no es mi enemigo porque lo use, el que sea de tal o cual grupo no es mi enemigo porque pertenezca a ese grupo. Cuánta tristeza hay en la Iglesia. Nos hemos convertido en una Iglesia triste por estar tan dividida.
3) Preserves: Dios constantemente nos cuida y nos sostiene con la eucaristía. Es ahí donde debemos volver y cuidar. Si sacamos el eje de la eucaristía nos convertiremos en algo muerto y pasajero. La otra vez me pasó algo sumamente doloroso y triste. No podía celebrar una misa en una capilla del campo. Entonces pedí a un sacerdote amigo, de 83 años, que lo celebre por mi, pero la persona que pidió la misa de su hijo por sus 18 años, cuando se enteró que iba a ir este sacerdote mayor, me dijo que si no iba yo o un sacerdote joven prefería que no le haga la misa, porque ella pagaba por una buena misa. Ahí comprendí que no hemos evangelizado bien y que el eje central no es Jesús, sumado a que comprendí que para mucha gente nosotros los curas somos descartables, “mientras estemos bien nos aceptan, pero cuando estemos viejos y enfermos no nos toleran”. Hoy pidamos por la unidad y por concientizar quién es el centro de nuestra religión: “Jesús”. Algo bueno está por venir.
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Glorifica
1) Padre: Este caminar de la vida es un volver a Dios porque la vida espiritual es un encuentro, un desencuentro para un reencuentro. Son las tres etapas. Hoy pedí la grandeza a Dios para volver a encontrarte con Él, para mantener una relación y una interioridad en Él. Sin encuentro no hay relación y sin relación no hay interioridad. Compartir con alguien es la implicancia de partir mi vida con el otro.
2) Vida eterna: Es volver al foco y al eje del por qué y el para qué estás haciendo. El ser y la esencia de lo que haces en esta vida no es para llegar a un puesto en el Vaticano o para tener una gerencia, sino más bien es para tener la vida eterna.
3) Existiera: Estás llamado a mostrar que estás y que existes, porque tenés vida y vida en abundancia. Porque la vida es para vivirla y para llenarla de seres queridos, más que de cuentas bancarias. Es para que disfrutes de cada momentito, sin caer en la rutina en donde uno ya no disfruta nada. Algo bueno está por venir.
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Hablar claro
1) Sin parábolas: Hay que ser claro con lo que decimos y con lo que hacemos. Siempre está esa tentación de hacer cosas para quedar bien con los demás o no decir las cosas por miedo a quien se llegue a enojar. Ser claro con las palabras y con los actos te hace también ser transparente y, por sobre todo, te mostrás con tus principios, sin estar en el titubeo. Es la clave de ser claro con vos y con los que te rodean y aprender a saber decir no y saber decir sí.
2) Todo: Uno nunca sabe todo e incluso en estos tiempos, donde la opinología está súper presente, nos lleva a comprender que no todos saben de todo, pero la clave es saber ser prudente en lo que se habla. La gente es capaz de opinar de tu vida sin que se les pregunte, y, encima, es posible que te duela o te afecte. Recordá que siempre la gente sabe una parte de ti y no el todo, el todo solo lo conoce Dios.
3) Conmigo: Saber que Dios está en tu vida y que nunca te deja siempre será un alivio. Es algo que me motiva y mueve a mí, porque incluso cuando mis propios cercanos se alejaron de mi vida, cuando fracasé, un monje amigo me regaló esta frase y me la puso en un atril: “Dios está conmigo”. Ánimo, porque aunque la gente te haga de lado, Dios nunca te abandonará. Algo bueno está por venir.
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Ascensión
1) Escrito: La vida tiene su proceso. Podrás tenerlo todo y hasta en la cabeza podrías tener la solución de todo lo que te pasa, pero a las cosas hay que pasarlas y saber respetar los debidos tiempos de lo que sucede.
A esto yo le llamo “nervio ciático espiritual” porque cuando yo lo sufrí me quedé duro. Me pusieron inyectable para calmar, pero el nervio solo se relaja con el tiempo. Por más medicamento que te pongas, necesitas de relax y de tiempo. Lo mismo en la vida, podrás quedar golpeado o dolorido, pero para que pase se necesita tiempo y relajarse un poco.
2) Naciones: Jesús nos sigue recordando que somos una Iglesia misionera y, por sobre todo, nos invita a salir y buscar al otro. Como Iglesia seguimos girando en lo mismo y en los mismos, es como que nos cuesta dejar que otros vengan, porque hasta nos da miedo que nos saquen nuestros puestos. El nuevo que venga puede sacarme de mi puesto, por lo tanto no lo dejo entrar. Ser misionero también es arriesgarse a perder los puestos o los cargos para dejar que el Espíritu siga soplando.
3) Bendijo: Somos personas que tienen que hacer el bien, porque bendición significa el que desea el bien y busca el bien. Por eso la tarea tuya y mía es hacer el bien y buscar el bien para los demás. Pidamos a Dios mirar a lo alto y saber que todos tenemos que hacer el bien. Algo bueno está por venir.
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Visitación
1) Sin demora: El ayudar nunca tiene que generar tiempo y el ayudar no es una pérdida de tiempo. Mientras puedas hacer el bien a alguien, hacelo, porque uno nunca sabe las vueltas de la vida. Nunca olvidaré cuando quedé varado en una zona peligrosa. Había pinchado una rueda y me habían robado la rueda de auxilio. Sentía que todo se me caía y hasta me sentía derrotado. Incluso no tenía dinero, porque era casi fin de mes. No tenía nada. Sin embargo, apareció una señora con su hijo y me ayudaron. Creo que se dieron cuenta de que yo estaba casi destruido o desesperanzado. Pero ni siquiera me cuestionaron o animaron, solo me ayudaron. Hay veces que creemos que ayudar al otro es dar buenos sermones y lo único que capaz que necesita es que estemos. Por tanto no dejes de hacer las cosas por los otros y capaz que es necesario simplemente ayudarlos en silencio, porque las obras y los actos hablan por sí solos.
2) Bendita: Nunca olvides que vos también sos una bendición para el otro y por el otro. Por tanto, aprende a mirar tu vida, que ayudando te ayuda a vos, y sabiéndote que no sos una molestia sino que eres una misma bendición. No dejes de pedir a Dios que te dé paz en tu corazón, para que puedas transmitir paz a los que están a tu alrededor, porque dar paz a alguien, eso mismo ya es una bendición.
3) Alegría: La ayuda simple y sencilla genera vida y alegría, pero, por sobre todo, optimismo, porque el poder dar vida a alguien no pasa por darle algo económico o simplemente material. Dar alegría a la vida de alguien es producto de un servicio desinteresado y, por sobre todo, espiritual. Dar es dar y ayudar es parte de quien se anima a vivir en paz. Algo bueno está por venir.
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