Spelade
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¿Y a ustedes cómo les fue ayer? El Warpig tuvo un día de perros, cortesía de otro más de los cientos (o miles) de conductores chilangos que no conducen con precaución... y por una falla del infierno burocrático de las aseguradoras (aguas... no les vaya a pasar).
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La religión es omnipresente en este país y, sea cual sea tus creencias, seguro has tenido tus dudas y acercamientos. ¿Cómo lo vivió alguien como El Warpig? Escúchalo y acuérdate de tus anécdotas de fe... o falta de ella.
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La vida de muchos perros es como la de muchas personas: llegan a una vida entre alegrías y promesas... y con el tiempo terminan aislados o abandonados. Esta es la historia de uno de ellos, contada por el Warpig.
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La radio no muere, por más que pasen los años y la tecnología: su magia, la cercanía con el radioescucha, la relación personalísima e íntima: esas vibraciones atraparon al Warpig y le enseñaron cuál debía ser su camino.¿Y a ti? ¿Cuál programa te cambió la vida?
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El terremoto del 19 de septiembre 1985 nos quitó la inocencia: dejó en miles de personas la certeza de que, cualquier día de estos, la ciudad nos devoraría otra vez. Warpig recuerda esas horas: la sorpresa, la incertidumbre, el miedo y, al final, la certeza de que no podemos permitir que esta tragedia sea olvidada.
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¡Ah, la magia de la radio... que se convierte en pesadilla cuando la voz se convierte en persona! Y, como bien explica el Warpig, el encanto no sólo se rompe con el locutor, sino con los propios radioescuchas. Eso sí, a veces sí se antoja echarse un pozole con ellos (como haces con tu familia y amigos).
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Esta vida es una carrera de hámsters: no dejamos de movernos, pero sin ir a ningún lado. El Warpig tiene uno de los mejores ejemplos: le tren de vida de la supuesta clase media, que vive entre deudas y miedos en la desesperación por sentirse ricos... aunque sea en Las Vegas.