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  • En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

    «Le propuse matrimonio a mi novia, y me aceptó.... Hemos gozado de una hermosa relación y nos amamos mutuamente. Sin embargo, en una ocasión ella hizo algo que para mí no fue normal. Me di cuenta de que observa mucho a otro joven. Lo hemos hablado y le he dicho que si se siente atraída a él, yo puedo alejarme, pero ella me dice que soy el único joven a quien ama y que no quiere a nadie más. No obstante, yo me siento muy mal en mi corazón y tengo dudas, aunque ella una y otra vez me afirma lo mismo.... Muchas veces la he hecho sentir mal, y eso a mí me duele porque realmente la amo.»

    Este es el consejo que le dio mi esposa:

    «Estimado amigo:

    »Usted cree que es anormal que su novia haya mirado mucho a otro joven. Sin embargo, hay muchas razones por las que ella pudo haberlo hecho, y nosotros creemos que casi todas esas razones serían normales. Pudiera ser que él se parecía a alguien a quien ella conoce, o que estaba intrigada por la manera en que él movía las manos. Incluso si usted tuviera razón al pensar que ella lo miró porque pensó que era físicamente atractivo, eso de todos modos sería totalmente normal. Amar a alguien no quiere decir que uno se vuelve ciego.

    »Lo que en realidad parece anormal no es la acción de su novia sino la reacción suya.... Ella no hizo nada en absoluto que debería haberle hecho dudar del amor que le tiene, y sin embargo usted se imaginó lo peor y prácticamente la acusó de hacer algo indebido.

    »Es obvio que usted es una persona muy insegura, y que eso lo ha llevado a tener expectativas que no son razonables... [por lo que] creemos con sobrada razón que situaciones como esta ocurrirán con más frecuencia después de que se casen. Tarde o temprano, su novia reconocerá que nunca podrá satisfacer las expectativas que usted tiene, y ella dejará de intentarlo. Entonces usted habrá hecho que se aleje.

    »Gracias a Dios, aún hay tiempo para evitar un matrimonio fracasado. Le recomendamos que acuda a un terapeuta profesional que pueda ayudarle a comprender su inseguridad y cómo ésta pudiera arruinar su noviazgo. Si no es posible que consulte a un terapeuta o forme parte de un grupo terapéutico, entonces le recomendamos que estudie los temas de la inseguridad y los celos y hable acerca de ellos con un amigo o miembro de su familia en quien pueda confiar. Pídale a Dios que le ayude a reconocer los errores en su manera de pensar.

    »Mientras tanto, si de veras ama a su novia como lo afirma, creemos que debe aplazar la boda.»

    Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. El consejo completo puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 806.

    Carlos Rey
    Un Mensaje a la Conciencia
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  • «Nació para amar y ser amada»

    De no haber sido por la luz de la luna, aquella noche habría sido de una oscuridad impenetrable. Pero a esas tinieblas las penetró la voz de una mujer que, al compás de una guitarra, comenzó a entonar una melancólica canción en perfecta armonía con la tristeza del ambiente. El poeta argentino Esteban Echeverría describe con ternura a la afligida joven en los siguientes versos:

    [Dieciocho] años tenía, y en su rostro,
    donde el candor de la niñez se pinta,
    la sombra pasajera e importuna
    de congojoso afán se descubría....

    Sus negros ojos, de rasgada forma,
    eran focos de amor, luces de vida,
    y el fuego de pasiones afectuosas
    asomaba [a] través de sus pupilas.

    Bella era Celia, al parecer dichosa,
    porque todo en redor le sonreía,
    porque el mundo, para otros ingrato,
    sus codiciados bienes le prodiga.

    Era, [sin embargo], infeliz porque el tesoro
    que apetecen las almas afectivas...
    lo que las hace delirar de pena,
    lo que las hace palpitar de dicha,

    el amor y sus ansias y deleites,
    ella que tierno corazón abriga,
    que nació para amar y ser amada,
    sintiéndolo ideal, no conocía.

    Y entretanto era esposa; a un hombre [brusco]
    con lazo indisoluble se [vio] unida,
    que entre el ara de Dios y el sacerdote
    pronunció el sí fatal con voz sumisa.

    Mintió su labio, o tímido no dijo
    lo que su niño corazón sentía,
    por complacer de padres ignorantes
    el capricho insensato o la codicia.

    Prometió amor y fe en sus quince abriles
    a un hombre que no amaba, inadvertida;
    y cuando abrió los ojos más experta,
    ni sintió amor por él, ni simpatía.

    Se halló sin porvenir y condenada
    a arrastrar existencia aborrecida,
    mientras en torno suyo respiraba
    todo contento, al parecer, y dicha;

    y Celia era infeliz porque no amaba,
    porque sonriendo, a su pesar, mentía,
    porque sentir amor, manifestarlo,
    para su tierno pecho era la vida.

    Y Celia algún consuelo solamente
    encontraba en la música expresiva
    de su [guitarra] amada, cuyo hechizo
    de sus horas el tedio adormecía.

    Diestra pulsaba el instrumento amigo,
    cantaba al son de sus sonoras fibras
    las congojas de su alma solitaria,
    y en su música y canto embebecida
    olvidaba el rigor de su destino....1

    No es de extrañar que «La guitarra», título de este emotivo poema de Esteban Echeverría, fuera la compañera de soledad de Celia. Sin duda lo que llevó a su autor a componer sus 668 versos en 1842 y publicarlos siete años después en París, en el Correo de Ultramar, fue su amor por la guitarra. Echeverría la había tocado desde su adolescencia, y se había perfeccionado en ese arte con el maestro Sor en aquella ciudad del amor y de la luz.2 Así mismo, tampoco debiera extrañarnos que, en lo tocante al amor entre personas, Dios destinara a las mujeres como Celia, al igual que nos destinó a los demás, a amar y ser amados. Pues Dios quiere, ante todo, que lo amemos a Él de todo corazón, así como quiere que nos amemos a nosotros mismos como creación suya, y que amemos así mismo al prójimo, sobre todo al cónyuge, tal como Él nos amó y se entregó por nosotros.3

    Carlos Rey
    Un Mensaje a la Conciencia
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    1 Esteban Echeverría, La guitarra, citado en José María Torres Caicedo, Ensayos biográficos y de crítica literaria sobre los principales poetas y literatos hispano-americanos. Primera serie (I) (París: Librería de Guillaumin y Cia, Editores, 1863); Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2011), pp. 383-85 <http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc4f212> En línea 8 octubre 2018. 2 Noé Jitrik, «Esteban Echeverría», en Esteban Echeverría: Vida y obra (Bogotá: Grupo Editorial Norma, Colección Cara y Cruz), pp. 42-43. 3 Lv 19:18; Dt 6:5; Mt 22:36-40; Mr 12:30-31; Jn 3:16; 13:34-35; Ro 13:8; Ef 5:25-33; 1P 3:8; 4:8; 1Jn 3:18; 4:12
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  • En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

    «No sé qué es el amor. No amo a nadie, y antes más bien trato de hacerles daño a las personas que más me quieren, que son mi esposa y mi hija. No sé qué me pasa. Hago cosas que no debo y, cada vez que quiero buscar a Dios, me siento acusado y culpable. Por eso tengo mucho miedo, [y] me escondo detrás de este computador para escribir lo que no puedo decirle a nadie por miedo al rechazo.

    »Dentro de mí hay algo que quiere gritar: “¡Jesucristo, ayúdame!” Pero no soy capaz; estoy atado a muchos vicios. Quiero empezar de nuevo.»

    Este es el consejo que le dimos:

    «Estimado amigo:

    »... Comencemos con la culpa y la condenación que siente. Usted dice que esos sentimientos impiden que busque a Dios. Pero no es Dios el que quiere condenarlo. De hecho, Él dio a su único Hijo, Jesucristo, para que muriera en la cruz en su lugar a fin de que usted no tuviera que ser condenado. Eso quiere decir que la condenación que usted siente no proviene de Dios. Nosotros creemos que viene, más bien, de Satanás mismo. Satanás quiere que usted se sienta tan condenado que no busque una relación personal con Dios. Así que Satanás le dice de continuo al oído que usted es culpable de muchos pecados. Eso es verdad; cada uno de nosotros es culpable de pecado. Pero Satanás también le dice al oído que usted es un inútil, que no merece que se le ame, y que un Dios santo jamás lo aceptaría. Y todo eso es mentira.

    »Mientras tanto, Dios está tratando de comunicarse con usted. Es la voz de Él la que usted oye por encima del miedo y de la culpa que siente. Por eso usted dice que hay algo adentro que quiere gritar y pedirle a Cristo que lo ayude. Esa es la respuesta suya a la invitación que Él le está haciendo. Dios lo invita a que tenga una relación con Él. Si usted acepta esa invitación, Él lo perdonará y le quitará la culpa que siente por todas las maneras en que ha pecado contra Él y contra el prójimo. Además, como Dios es amor, Él lo ayudará a aprender a amar a otros, tales como su esposa y su hija.

    »Usted dice que no sabe qué le pasa, ni por qué sigue haciendo cosas indebidas. Eso se debe a que ha permitido que Satanás tenga el dominio en su vida. Usted le ha dado a él control absoluto. Él hasta le ha quitado el amor que usted, de otro modo, hubiera sentido por su familia. ¿Quiere seguir así? Si no quiere seguir dándole control absoluto a Satanás, entonces dígale a Dios que está arrepentido y pídale que perdone sus pecados. Agradézcale que Cristo ya tomó el castigo por todo el pecado suyo para que usted no tuviera que ser condenado. Deje que Dios quebrante el poder que Satanás ha ejercido en su vida. Deje que Dios lo cambie por completo.

    »¡Usted puede empezar de nuevo!

    »Linda y Carlos Rey.»

    El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar el enlace que dice: «Caso 93» dentro del enlace en www.conciencia.net que dice: «Casos».

    Carlos Rey
    Un Mensaje a la Conciencia
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  • Luego de intensas negociaciones que se iniciaron en la década de 1960, el 26 de abril de 1973 Brasil y Paraguay firmaron el Tratado de Itaipú, con el que aprovechaban al máximo el potencial hidráulico del río Paraná, recurso natural común que sólo podía explotarse en condominio por tratarse de una frontera entre las dos naciones. De ahí que en mayo de 1974 se creara la empresa binacional Itaipú con el fin de construir y posteriormente administrar una central hidroeléctrica con un régimen jurídico único en el mundo, ya que sería regida por el Tratado mismo y por las normas del Derecho Internacional Público.

    La construcción se llevó a cabo en seis fases entre 1975 y 2006. Antes de la cuarta fase, en la que en mayo de 1984 Itaipú comenzó a generar energía, fueron necesarias la excavación del canal de desvío del río Paraná; la construcción de la represa de roca; la instalación del patio industrial; la ejecución de la estructura de control, de las ataguías principales y del efectivo desvío del río desde su lecho natural; la construcción de la represa principal, de la represa lateral derecha, de las represas de tierra y de roca, del vertedero, de la casa de máquinas del lecho del río y de los montajes electromecánicos; el cierre de las compuertas de la estructura de control de desvío; la formación del embalse, y la apertura del vertedero.

    Más de cuarenta mil obreros trabajaron en la construcción de la central, en el momento culminante a un ritmo equivalente a la construcción de un edificio de oficinas de veinte plantas cada cincuenta y cinco minutos. Con el volumen de hierro y de acero que utilizaron, pudieron haber construido 380 Torres Eiffel; con el volumen de hormigón, quince veces mayor que el utilizado en el Eurotúnel (que une a Francia con Inglaterra debajo del Canal de la Mancha), pudieron haber construido 210 estadios de fútbol como el Maracaná en Río de Janeiro o una autopista de dos carriles desde Moscú hasta Lisboa.

    Cada una de las veinte unidades generadoras de 700 megavatios produce lo suficiente para atender todo el consumo de electricidad de una ciudad de casi dos millones de habitantes. Su potencia total de catorce mil megavatios es más que suficiente para satisfacer una cuarta parte de las necesidades eléctricas de Brasil y un noventa por ciento de las de Paraguay. Es que la descarga máxima del vertedero de Itaipú (más de sesenta y dos mil metros cúbicos por segundo) corresponde a cuarenta veces la descarga promedio de las Cataratas del Iguazú. Brasil tendría que quemar 434 mil barriles de petróleo al día para obtener en plantas termoeléctricas la misma producción de energía de Itaipú.

    ¡Con razón que en 1995 la revista Mecánica Popular distinguiera a Itaipú como una de las siete maravillas del mundo moderno!1

    Con todo, Itaipú no es más que una creación del hombre, que es, a su vez, una creación de Dios. Es decir, le debemos a Dios, indirectamente, tanto la maravilla que es Itaipú, como le debemos, directamente, la maravilla que son las Cataratas del Iguazú. De ahí que no podamos menos que exclamar, en las palabras del salmista David: «¡Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas!»2

    Carlos Rey
    Un Mensaje a la Conciencia
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    1 ITAIPÚ Binacional: La mayor central hidroeléctrica del mundo en producción de energía (Foz do Iguazú, Brasil: Publicación del Depto de Comunicación de ITAIPÚ Binacional, 2006), pp. 4-5,7-8,13-14; Brasil, 2a ed. (Lonely Planet [geoPlaneta]: mayo 2005), p. 324 <www.lonelyplanet.es>. 2 Sal 9:1
  • En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

    «Soy un hombre casado, y me siento muy mal con Dios porque le fallé. Cometí adulterio, y la consecuencia de ese adulterio fue un embarazo; pero decidimos que no naciera ese niño.

    »Quisiera que me dijeran cómo alcanzar el perdón de Dios por haber pecado, conociendo la verdad, y por haberle quitado la vida a ese ser inocente. Cada día me martiriza ese cargo de conciencia. Debido a esa situación, estoy enfermo. Yo sé que Dios me está castigando por haber pecado de esa manera. ¿Cómo recibo sanidad y perdón?»

    Este es el consejo que le dio mi esposa:

    «Estimado amigo:

    »Antes de responder a su pregunta, quisiéramos hacerle una pregunta a usted. ¿Ha seguido siéndole infiel a su esposa?

    »Usted se siente culpable por haber estado de acuerdo con la decisión de quitar la vida de su hijo o hija, pero no menciona específicamente si también se siente culpable por el adulterio. De ser así, ¿la culpa que siente lo ha llevado a ponerles fin a relaciones sentimentales con otras mujeres?

    »Su caso puede compararse con el de andar en un vehículo que va en dirección contraria al tránsito. Una vez que el conductor del vehículo descubre su error, ¿qué hace? ¿Sigue andando en la dirección equivocada luego de pedirles disculpas a los pasajeros que lo acompañan, o se da vuelta en el sentido correcto?

    »Usted sabe que su vida ha estado mal encaminada por algún tiempo. Así que debe darse vuelta y tomar el rumbo contrario si espera que Dios crea que de veras está arrepentido por lo que usted hizo. Cuando cambiamos de rumbo y lamentamos lo que hemos hecho, esa acción indica arrepentimiento. Dios está dispuesto a perdonar cualquier pecado por completo, pero cuando pecamos, tenemos que estar de veras arrepentidos, y darnos vuelta y tomar el rumbo opuesto.

    »Muchos se sienten culpables y quieren saber cuál es la fórmula para tener una conciencia tranquila. Están dispuestos a decirle a Dios que están arrepentidos, pero no están dispuestos a darse vuelta y tomar el rumbo contrario. Si no hacen eso, su arrepentimiento es vano y no indica nada.

    »La culpabilidad y la angustia emocional causan cambios en las sustancias químicas del cerebro, y esos cambios pueden, en definitiva, afectar la salud. Usted no identifica su enfermedad, pero es de suponerse que su estado emocional está elevando la cantidad de hormonas de estrés, tales como el cortisol, que tiene en el cuerpo.... Es que, si bien Dios nos perdona por lo que hemos hecho, por lo general Él no nos quita las consecuencias naturales que se dan como resultado. Sin embargo, una conciencia clara y limpia delante de Dios aliviaría una buena parte del estrés en su cuerpo, y pudiera resultar en una mejoría de la enfermedad. En cualquier caso, le sugerimos que consulte a un médico para que le dé su diagnóstico.

      »Le recomendamos que lea el Caso 387 en www.conciencia.net para enterarse de lo que le sugerimos a otra persona que lamentó muchísimo su decisión de abortar a su bebé. Esas sugerencias pudieran servirle también a usted.»

    Con eso termina lo que recomienda Linda, mi esposa. Este caso y este consejo pueden leerse e imprimirse si se pulsa la pestaña en www.conciencia.net que dice: «Casos», y luego se busca el Caso 677.

    Carlos Rey
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  • (Día del Deportista Panameño)

    Todo bateador de las Ligas Mayores del Béisbol sabía lo que le esperaba cuando tenía que enfrentarse a Mariano Rivera. Sabía lo que estaba por llegar, y que era tal vez la mejor recta cortada jamás lanzada por un beisbolista profesional. ¡Y aun así no era capaz de hacer contacto con la pelota! Por eso y mucho más, era de esperarse que en el año 2019 fuera elegido al Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, al igual que lo habían sido 54 de los mejores beisbolistas de todos los tiempos que lo antecedieron. Sólo que ese año, por primera vez en los 83 años de votación de la Asociación de Escritores de Béisbol de América, ¡el voto por uno de los elegidos, Mariano Rivera, fue unánime!1

    Criado en Puerto Caimito, una pequeña aldea panameña de pesca —a unos 24 kilómetros de la Ciudad de Panamá— Rivera había iniciado su carrera beisbolística jugando «con un guante hecho de un cartón de leche, un palo como bate y una pelota hecha de redes de pesca muy apretadas».2 Pero un brazo fuerte y certero, y un cuerpo atlético y nervudo lo pusieron en la mira de los Yankees de Nueva York en 1990, y fue así como a los veinte años comenzó su ascenso desde las Ligas Menores hasta debutar en las Mayores como abridor de los Yankees en 1995. No fue sino hasta 1996 que comenzó a lanzar como relevista y posteriormente a adquirir fama como un cerrador imbatible.

    En todas sus 19 temporadas en las Ligas Mayores, Mariano Rivera jugó con el mismo equipo, los Yankees de Nueva York. Protagonizó en cinco Series Mundiales, impuso récords en juegos salvados (652) y en juegos completos (952), e igualó el récord de 9 temporadas con 40 o más juegos salvados. Rivera también posee los récords de postemporada de 96 juegos lanzados y 42 salvados, 24 de éstos lanzados y 11 salvados en Series Mundiales, así como el promedio más bajo de carreras limpias permitidas (0.70), sólo 11 en 141 entradas. De ahí que, desde 2014, el premio que recibe el Relevista del Año en la Liga Americana se llame Mariano Rivera. En 32 series de postemporada, entre éstas siete Series Mundiales, ganó ocho juegos y perdió sólo uno.

    Rivera fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 1991 y de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2003, como también del Juego de Estrellas en 2013, una de las 13 temporadas en que fue elegido para participar. Es el segundo miembro del Salón de la Fama del Beísbol nacido en Panamá. El primero, Rod Carew, ingresó en 1991.3

    En su autobiografía titulada El cerrador, Rivera cuenta cómo nació su recta cortada con «ese malvado efecto». Dice que no pasó años buscando ese lanzamiento ni se lo pidió a Dios, sino que surgió de repente «como si hubiera caído directamente del cielo... [como] otro de los increíbles regalos del Señor». Y luego concluye que Dios le dio esa «arma de béisbol devastadora» porque, como siempre, Dios tenía un plan específico, un plan que cambió toda su carrera.4

    Carlos Rey
    Un Mensaje a la Conciencia
    www.conciencia.net

    1 «Mariano Rivera (Pitcher): Class of 2019», National Baseball Hall of Fame [Salón de la Fama del Béisbol], Cooperstown, New York <https://baseballhall.org/hall-of-famers/rivera-mariano> En línea 6 enero 2023; «Mariano Rivera unanimously elected to Hall of Fame, along with Roy Halladay, Edgar Martinez and Mike Mussina» [Mariano Rivera elegido por unaniminad al Salón de la Fama, junto con Roy Halladay, Edgar Martínez y Mike Mussina], Baseball Writers’ Association of America (BBWAA) [Asociación de Escritores de Béisbol de América], 22 enero 2019 <https://bbwaa.com/19-hof> En línea 6 enero 2023. 2 Mariano Rivera con Wayne Coffey, El cerrador: Mi Vida, Edición en español por Hachette Book Group (New York: Little, Brown and Company, 2014) p. 6. 3 «Mariano Rivera (Pitcher): Class of 2019»; «Mariano Rivera unanimously elected to Hall of Fame (BBWAA); Spencer Fordin, «Premios de los relevistas serán “Rivera” y “Hoffman”», mlb.com [Béisbol de las Grandes Ligas], 9 April 2014 <https://www.mlb.com/es/news/premios-de-los-relevistas-seran-rivera-y-hoffman/c-71477408> En línea 6 enero 2023. 4 Mariano Rivera con Wayne Coffey, El cerrador, pp. 89-90.
  • (Antevíspera del Día del Mártir Cristiano)

    Cuenta Richard Wurmbrand en su best seller autobiográfico, Torturado por Cristo, que cuando los rusos ocuparon Rumania, dos soldados rusos irrumpieron en una iglesia cristiana y, apuntando sus armas a todos los presentes, gritaron:

    —¡No creemos en su fe! A los que no renuncien de inmediato a ella, los mataremos de un tiro ahora mismo. Los que renuncian a su fe, pasen a la derecha.

    Algunos se pasaron a la derecha del recinto.

    —¡Ustedes, salgan de la iglesia y regresen a sus casas! —les ordenó uno de los soldados.

    Y salieron huyendo, como alma que lleva el diablo.

    Los soldados rusos, una vez que quedaron solos con la mayoría de los asistentes que no se habían movido ni un ápice, los abrazaron y les dijeron emocionados:

    —Nosotros también somos seguidores de Cristo, pero queríamos fraternizar sólo con aquellos que están dispuestos a morir por la verdad que profesan.1

    En realidad, esta historia pone el dedo en la llaga de quienes profesan determinada fe pero no están comprometidos del todo con ella. Entre éstos, aunque cueste trabajo admitirlo, hay muchos presuntos cristianos que tienen una úlcera en el alma que los está envenenando por completo.

    Para éstos, el cristianismo no es más que un amuleto contra la mala suerte que en el mejor de los casos les trae muy buena suerte. Creen que Jesucristo tiene la obligación de protegerlos de todo accidente y de proveerles de todo lo que ansían y piden para gastar en sus propios deleites. Hacen con la religión un negocio. «Si yo sigo a Cristo —dicen—, entonces Él tiene que darme salud, dinero y placeres. Y si no, entonces no tengo por qué seguirlo.»

    En cambio, los seguidores de Cristo que viven en países donde el ateísmo es la religión del estado arriesgan la vida cuando confiesan su fe en Él. En los lugares en que hay leyes que prohíben hablar acerca de la fe cristiana con personas menores de dieciocho años, el hacer tal proselitismo puede significar prisión y muerte. Y sin embargo miles de hombres y mujeres lo hacen, convencidos de la justicia de su causa, afrontando con valor hasta las últimas consecuencias.

    Aunque parezca algo severo, Cristo espera lo mismo de todos sus seguidores, cualquiera que sea su país de origen o de residencia. Es que lo que no nos cuesta nada tampoco tiene valor alguno. Por eso el Rey David le dijo al jebuseo Arauna que no ofrecería a Dios lo que no le hubiera costado nada.2 Y por eso Cristo categóricamente dijo: «Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará.... Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.»3

    Carlos Rey
    Un Mensaje a la Conciencia
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    1 Richard Wurmbrand, Torturado por Cristo (Bogotá: Editorial Buena Semilla, 1967), p. 111. 2 2S 24:24 3 Mr 8:34,35,38