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  • Dueño de una muy buena voz, que se adaptaba a cada pieza musical; si ameritaba drama, él lo interpretaba con maestría. Desde pibe sentía admiración por los cantantes de la época que fueron su inspiración y empuje para que se animara a entrar en esa carrera difícil -para aquel entonces-, donde había voces de todos los colores y para todos los gustos. Apenas cumplió los diecisiete y después de haber sido asiduo alumno del Conservatorio, se lanzó como cantor de barrio y de ahí para adelante, su trayectoria fue reconocida y admirada por el mundo Tanguero. Estuvo muy ligado al pianista Rodolfo Biagi -manos brujas-, con quien formó un binomio extraordinario, que coronaron con el éxito. De hecho, Duval estuvo con el maestro hasta casi un mes antes que este falleciera.

  • Voz maravillosa, presencia femenina imponente para el Tango. Cantó con los grandes maestros de nuestra música, se dio el lujo de que la acompañaran, Pichuco, Pugliese, Piazzolla y Mariano Mores, casi nada! Lo hizo siempre de manera profesional y dedicada. Hace apenas unos meses nos dejó y seguramente se fue derechito al cielo, para que allá conozcan su talento y garganta maravillosa de contralto suprema. Todo el mundo tanguero la extrañará y recordará como se hace con los que dejan huella. Sus grabaciones perduran y en ellas encontramos más de un motivo para volver a oírla, una y otra vez.

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  • Mil veces hablamos de él y otras tanto, lo escuchamos con la fruición de quien oye un concierto de Debussy o Chopin. Pichuco representa para el Tango lo que el obelisco o el Teatro Colón para el argentino, o la Torre Eiffel para los franceses. Nadie como este hermoso gordo mágico, pudo plasmar el sentimiento tanguero con sólo oprimir las teclas de un bandoneón que representaba el pulmón de Buenos Aires. Sus composiciones tan sensibles en sus acordes, llenas de verdades y ternura infinita. Pudo tocar con orquesta o acompañado por la guitarra de Roberto Grela, otro enorme, que aportó talento y calidad a nuestra música ciudadana, esa que se hizo de fama internacional por valores propios. Pichuco nunca se fue de su barrio, porque siempre ‘estaba llegando’. Amigo sin dobleces, músico de alta gama, cuando se encerró en un cuarto al enterarse de la muerte de su gomia Manzi y le compuso un ‘responso’ inolvidable, sensible y de infinita inspiración, demostró sobradamente que siempre su talento respondió a los avatares de la vida. Gordo lindo, versa una letra que le dedicara el talentoso Horacio Ferrer. Gordo inmenso, agregamos, con la convicción que Aníbal Troilo fue, es y será, la expresión viva del Tango. Tango Sensei, una y otra vez le dedica otro programa a quien fuera un pedazo de Buenos Aires, como su bandoneón, símbolo de un tiempo hermoso que fue y él enriqueció.

  • El vestirse bien, imbuirse de una buena pilcha, empezando desde abajo, por unos buenos tamangos —que si tenían taquito militar, mejor—, seguramente les daba potencia a los bailarines y prestancia a los galanes de aquel entonces, cuando el tango les daba un lugar especial dentro de la estética rioplatense. Varias letras nombran a aquellos personajes indispensables que enriquecían el universo porteño, lleno de buenos detalles, dándole al tango una vistosidad mágica e incomparable, tanto que hoy, en pleno siglo XXI, otras figuras tangueras, otros jóvenes entusiastas de nuestra música, siguen aquellos pasos con sus zapatos de baile, sus vestidos, sombreros y peinados a la gomina para interpretar aquellos tangos que homenajearon con respeto y admiración esas modas del pasado que sirvieron para que esta música tan nuestra, siga evocando un siglo más tarde, a aquellos compadritos de entonces, como salidos de un relato borgiano, para transformarlos en clásicos. Orgulloso de este rico pasado, Tango Sensei se pone el viejo smoking y le dedica un homenaje especial a todos aquellos que vistieron a nuestra música de originalidad en un programa de las pilchas y el tango.

  • Maravillosa voz, presencia imponente y personalidad definida para el Tango. Mujer actriz y cantante que dejó varios éxitos para compartir con el público. Desde Canaro, pasando por De Caro, Caló y Rotundo hasta Piazzola, para culminar a sus ochenta años, acompañada por Lito Nebbia. Siempre cosechando éxitos y cumpliendo con la música y su público. Profesional puntual que supo matizar nuestro compás Río Platense y adaptarse a través de los años. No fue reconocida con justicia, pero nos queda el testimonio de su voz en las grabaciones que la evocan y reconocen en ella a una grande entre las intérpretes del Tango.

  • Cada barco que llegaba a la porteña Buenos Aires, a principio y mediados del Siglo XX cambalache, traía seguramente un padre y una madre que finalmente aportarían algo al querido Tango, dejándonos hijos excepcionales como músicos y voces que enriquecieron nuestra música. Pero los viajeros no sólo llegaban, también partían, a mediados y finales de ese siglo comenzaron los viajes de retorno, muchos hijos y nietos de aquellos que habían dejado su terruño, se encaminaron hacia el rumbo donde salieron sus abuelos. Esa es parte de la historia de la música Río Platense, donde también el regresar llenos de nostalgia era una premisa para muchos que pegaron la vuelta, porque no aguantaron vivir lejos de su tierra querida, o simplemente no quisieron amarrar anclas en el viejo mundo. Hay un Tango para cada viaje, siempre habrá uno que evoque distancias y deseos de volver aunque no sea con la frente marchita, sino con el corazón esperanzado. Nuestro programa de hoy nos hablas ‘de eso’, intérpretes de alta gama tanguera, que dejaron patente en cada tema, el sentimiento que significa el partir o regresar.

  • El tango se renueva constantemente con intérpretes jóvenes que revitalizan nuestra música en cada compás, gracias a ello, revivimos viejos temas con la frescura que imprimen los nuevos ejecutantes. Es de esta forma que el Tango se vuelve infinito, tanto por sus finas piezas -algunas centenarias- como por los que retomaron la posta tanguera, convencidos que no hay melodía que perdure más allá de los tiempos, que la música de nuestro Río de la Plata. Démosle lugar y oídos a estos grandes músicos del siglo veintiuno que enarbolas con orgullo los ámbitos tangueros de ayer, hoy y siempre. Presentamos a un grupo juvenil que conforman este grupo con la experiencia y la pasión despierta por el Tango.

  • Se nos fue hace unos días y dejó rezongando un bandoneón que él acariciaba para sacarle las mejores notas. Un expresionista de este instrumento vital para el Tango, con influencias maravillosas de la escuela de Pedro Laurenz. Virtuoso sin malabares o gestos exagerados con el fueye, sutil y fino a la hora de elegir un repertorio. Su amor por el bandoneón lo traía incorporado en la sangre. Su padre y su tío le inculcaron esa pasión que sólo se hereda cuando uno quiere, sin presiones desmedidas y con las ganas de entregarse a esta expresión porteña, como homenaje al mismo suelo que nos vio nacer, como lo hizo este gran intérprete que extrañaremos los que amamos esta música rioplatense. Por fortuna, tuvo una producción prolífica y de calidad indiscutida.

  • Una fina pluma con que cuenta el Tango en su larga historia, autor de muchos temas de éxito, retrataba aquella realidad con detallada precisión, sus letras alcanzaron pronto la resonancia del éxito. En la década de oro del cuarenta, pudo regalarnos lo más selecto de su elevada inspiración enfocada al amor con el vigor sutil que pregonaban sus versos. Un poeta de los grandes, prolífico y abarcador porque supo deleitarnos con su talento. Durante más de una década no había orquesta o cantante que no interpretara un tema suyo, la lista es interminable. Todavía hoy recordamos sus piezas con el gusto de antaño. Fue un letrista que con un NADA dejó TODO para nuestra música

  • Segunda parte de la reseña al libro de León Benarós en el que aborda parte de la trayectoria de otros grandes, como Pedro Maffia, Enrique Cadícamo, Astor Piazzolla, y la presencia femenina de la talentosísima Rosita Quiroga. Disfrútenlo, amigos.

  • León Benarós, ese exquisito escritor, poeta, historiador y crítico de arte, entre otras especialidades ligadas a la cultura, nos dejó una obra magnífica titulada 7 para el Tango. En ella, entrevista a un septeto de grandes figuras ligadas a nuestra música, que dejaron testimonios salientes y enriquecedores para todos los que admiramos el Tango infinito. Desfilan en esta galería de reportajes, estrellas del universo tanguero de la talla de Rosendo Mendizábal, Carlos Posadas, Agustín Bardi, Pedro Maffia, Rosita Quiroga, Astor Piazzolla y la pluma de Don Enrique Cadícamo, el poeta por excelencia. Tango Sensei, en un par de programas especiales, rinde homenaje a estos cultores del ritmo y la poesía del Río de la Plata. Desfilarán sus temas que después de un siglo, siguen vigente en las mentes tangueras y una delicia para nuestros oídos. Cada historia es una confirmación del talento de estas celebridades que tanto admiramos.

  • El programa de hoy es un regreso al futuro. Un regreso, porque en cada una de estas piezas advertimos las raíces profundas del tango; y un avance hacia el futuro, porque los intérpretes son músicos contemporáneos que están empujando al tango hacia adelante y hacia arriba, donde siempre debe estar como uno de los géneros más excelsos de la música universal. Hombres y mujeres jóvenes toman la batuta, el arco del violín, se sientan frente al piano, con el bandoneón en el regazo o el micrófono en la mano y llevan los tangos clásicos a una órbita nueva, o proponen nuevas piezas para mantener nuestra identidad rioplatense en el Olimpo de los grandes. Bienvenidos, amigos, a la segunda entrega de este tango nuevo.

  • Desde su nacimiento, el Tango contó siempre con cantantes femeninas que le dieron otro brillo y coloratura a nuestra música. Figuras de talla internacional, destacadas en otras expresiones musicales, se dieron el lujo de cantar alguna vez un Tango para enriquecer su repertorio y demostrarnos, la internacionalidad de la música del Río de la Plata. De varias nacionalidades, las mujeres nos dejaron piezas inolvidables diseminadas por el mundo. Algunas, conservando el estilo tanguero, otras adaptándose a la cadencia y la poesía porteña que conserva temas que se hicieron famosos con el correr de los años, pero todas, sin excepción, volcando emoción en canciones que nunca dejaron de ser oídas, admiradas y cantadas, por los públicos entusiastas que siempre siguen el Tango. Nuestro programa de hoy, presenta una selección cuidadosa de estas voces maravillosas que simbolizan un homenaje a nuestro ritmo y un orgullo permanente.

  • El Tango ya cumplió más de un siglo, los pioneros de nuestra música nos dejaron hermosas composiciones con sonidos recordables y fina poesía a raudales, suficiente como para que nuestra música rioplatense, perdure más allá de las centurias. Durante todo este tiempo, exportamos tangos a los rincones más recónditos del mundo, ahí donde se oye buena música, de calidad, estamos presentes, aún en intérpretes clásicos, donde el ritmo tanguero los encantó y supieron volcar talento en piezas inolvidables que hoy podemos disfrutar en sus elevados y variados estilos. También hay un Tango nuevo, interpretado por jóvenes inspirados, talentosos y creativos, que recrean nuestra música de manera excelsa y con maestría. Nos deleitan con viejas y nuevas piezas que son una delicia para nuestros oídos, renuevan corazones y se hacen presentes para que el Tango jamás pierda vigencia y sigamos oyendo sonar este 2X4 porteño, que embriaga multitudes más allá del idioma o el lugar donde se hagan vibrar los instrumentos, acompañados de voces cargadas de fuerza y nostalgia, que nunca dejarán de oírse, desde un concierto a toda orquesta, hasta un cuarteto de cuerdas. Tango Sensei se renueva y en dos programas, muestra su intención de acercarle a nuestros seguidores, los más destacados intérpretes de este Tango nuevo que guarda el sabor de sus comienzos y la permanencia de aquello que suena eterno.

  • Los grandes violinistas del Tango siempre destacaron como gente estudiosa, culta y talentosa en el ámbito musical. La historia de nuestra figura de hoy en Tango Sensei, tiene que ver con todo eso, en la presencia de uno de nuestros más destacados intérpretes de nuestro querido ritmo río platense. Hijo de un gran contrabajista, Tano de pura cepa, que tocó nada menos que con Arolas, Fresedo, Canaro y De Caro. Fue él, su padre, quien lo enamoró e introdujo al ritmo porteño, a este dotado que llegó a ser uno de los grandes que empuñaron ese arco maravilloso lleno de melodías. Desde muy chico, contaba con apenas 14 años cuando comenzó su exitosa carrera con orquestas de la talla de Minotto De Cicco, Ángel D’Agostino, Emilio Vardaro el gran Aníbal Troilo. Hombre jovial, respetado y reconocido como un músico de excepción. Su carrera marcó hitos importantes como el haber representado al Tango en la primera embajada de nuestra música en Japón.

  • Es muy lindo poder oír repetidamente Tangos favoritos con los intérpretes que nos gustan o que eran del gusto de nuestros viejos, abuelos o tíos en aquellas épocas gloriosas de nuestra música ciudadana. Nos alegra sobremanera que hoy, en pleno Siglo XXI estas mismas piezas las toquen de manera magistral los jóvenes e inspirados músicos que continúan el camino emprendido hace ya más de un siglo. Si a esto le agregamos que este grupo de profesionales que presentaremos, nos regalan la posibilidad de tocar en muchos estilos conocidos de varios famosos directores, tendremos un resultado extraordinario. No es una copia simple, sino la evocación con mucho respeto y talento a aquellas figuras señeras del Tango que llenaron el espacio río platense en otros ayeres. Nuestro programa de hoy se engalana con la presencia de un grupo que integran seis jóvenes con elevada calidad musical. Damos paso y prestamos oídos a este gran SEXTETO VISCERAL.

  • Resulta grato descubrir y comprobar que el Tango porteño contó con innumerables intérpretes de alta calidad que enaltecieron nuestra música con la disciplina y profesionalismo que ameritaban las piezas compuestas por grandes y sensibles creativos como el que presentamos hoy. Un violinista porteño de fuste, estudioso y con un enorme talento interpretativo, admiraba a compositores de la talla de Schubert, Beethoven y Gounod. Su vida artística transcurrió entre enseñanzas, creando un Conservatorio de música, fue autor de composiciones que trascendieron al gusto popular y una respetable orquesta que representó muy bien a nuestro Tango, supo armar un excelente grupo y elegir bien las voces que lo acompañaron durante su extensa carrera. Luego de transitar por las estaciones de radio más importantes de aquel entonces, fue contratado con su orquesta de los Zorros Grises, como artista exclusivo de Radio Belgrano. Nuestro programa de hoy está dedicado al connotado maestro, director, compositor y gran violinista, Don José García.

  • El rezo, el pedido reiterado de ayuda mirando al cielo, el deseo de un volverse a ver a través de una oración, la plegaria como una súplica por el retorno de un amor perdido, las promesas hechas a Dios para salvar a alguien muy querido, el encuentro con el amor soñado en la misa de once. Orar en forma de Tango para que no se vaya la vieja, la medallita con la imagen de la virgen que nos trae suerte o el paseo porteño de Jesús en una bicicleta blanca. Las mil y una forma de acercarnos al soberano, también fueron y son parte del acervo tanguero. Nuestra música y su poesía se hacen presentes en este recorrido por la fe que empuja, provoca e impulsa y hoy nos pone en este programa especial dedicado al tema. Disfrutemos de estas letras de antaño, que guardan una asombrosa actualidad, como la misma religión, como el mismísimo Tango.

  • Buenos Aires fue cuna indiscutida de bailongos famosos, donde el Tango sonaba fuerte y la gente le sacaba viruta al piso, con firuletes y fantasías bailables que todos disfrutaban. Los mayores, con la experiencia adquirida en los años veinte, cuando los acordes tangueros empezaron a reproducirse de manera exponencial y las parejas trataban de lucirse y demostrar sus habilidades en las múltiples pistas de salones, clubes sociales y palcos montados para la ocasión. Desde la casa se promovía el baile, sino eran los viejos, siempre había un tío o una tía que nos querían enseñar las bondades danzantes, para enamorarnos de esa música que perfumaba el ambiente con sus compases. Así se fue inundando la ciudad de los sonidos maravillosos de nuestra música orgullosamente río platense, así, entre firuletes, milongueros viejos de los cuarenta que nos invitaban a bailar desde el Palais de Glase, o desde el barrio, oyendo a los cosos del al lao, paque bailen los muchachos y gritarles: “¡A bailar, a bailar que la orquesta se va!

  • Una hermosa mujer mendocina. Actriz y extraordinaria cantante con registro de soprano, que en poco tiempo se metió en el gusto de la gente tanguera que la admiraba. Buen gusto en el vestir que resaltaban su presencia imponente y una voz privilegiada que atraía por su atinada afinación. La llamaban ‘La Dama del Tango’. Llegó a cantar con el gigante de Mariano Mores, quien la incorporó a sus espectáculos, llevándola de gira artística por Cuba y México. Tuvo una carrera ascendente pero muy corta, sin embargo bastó un breve tiempo de actividad para consagrarse y ser recordada hasta nuestros días como una intérprete que lució en el Tango dándole brillo y calidad indiscutida. Tenemos el enorme gusto de rendirle un merecido homenaje a la que fuera, en su corta vida, una figura inolvidable en el ámbito de nuestra música rioplatense.