Avsnitt
-
A veces, uno trabaja y trabaja para lograr cumplir un sueño, y cuando está a punto de hacerlo, todo se derrumba. ¿Qué haces en ese momento? Te levantas al día siguiente y vuelves a la mesa de trabajo recordando tres palabras: está prohibido rendirse.
-
A veces no da la vida para grabar un episodio del podcast, entonces, ¿qué hacemos? Nos montamos en el carro de Sebas y vamos en búsqueda de un café y del mar. En este episodio: ¿qué haces cuando no tienes tiempo para grabar un video?
-
Saknas det avsnitt?
-
A veces tomamos decisiones con la cabeza caliente y la terminamos ca*****. En ese momento, hay que dar un paso atrás y tener la cabeza frío. Hoy en Ordinariamente Increíble, nuestros hosts, Gonzalo Valdez y Sebastián Plasencia, nos hablan de: "mañana lo resolvemos".
-
Las primeras veces pueden ser aterradoras, pero hay que mandarse. Con miedo y huevos. Solo así nos abrimos a nuevas experiencias que nos hacen lo que somos hoy en día. Hoy en Ordinariamente Increíble, nuestros hosts, Gonzalo Valdez y Sebastián Plasencia, nos hablan de las primeras veces.
-
Viajes en el tiempo y "what ifs" es lo que resume este episodio. Normalmente nos ponemos a recordar un momento de nuestras vidas con mucho cariño cuando algo ya ha sucedido, y no prestamos mucha atención al presente.
-
¿Cuántas veces hemos fallado y hemos decidido seguir adelante sin rendirnos? Hoy queremos hablar de la disciplina que hay que tener para generar pequeños esfuerzos, que a la larga, van a tener gigantescos resultados. Hoy en Ordinariamente Increíble, nuestros hosts, Gonzalo Valdez y Sebastián Plasencia, nos hablan de la constancia.
-
Hay días en los que a uno no le provoca, ni si quiera, levantarse de la cama. Sin embargo, hacerlo ya es una gran victoria. Hoy queremos recordar y celebrar aquellos pequeños momentos del día a día que nos llenan de felicidad, pero a los que no les damos la importancia necesaria. En este primer episodio de Ordinariamente Increíble, nuestros hosts, Gonzalo y Sebastián, nos dan la bienvenida y nos alientan a celebrar nuestras pequeñas victorias.