La guerra de Malvinas no comenzó el 2 de abril de 1982. Antes de la recuperación y caída de Puerto Argentino, el desembarco de un grupo de civiles argentinos en las islas Georgias desencadenó una serie de hechos que terminaron provocando la escalada militar.
Además de hombres y mujeres, la victoria y la derrota tuvieron otras protagonistas.
Entre las más emblemáticas estuvieron las banderas de uno y otro bando. Ellas representaron el honor, el símbolo por el cual se estaba peleando y fueron el trofeo de guerra más preciado.
Algunas de las banderas quedaron en manos de sus defensores. Otras, con sus apropiadores; algunas fueron enterradas o quemadas, para no entregarlas al enemigo. Otras están bien guardadas. Un puñado de ellas dieron vueltas por el mundo, y cambiaron de manos y de bando.
Un coleccionista argentino ubicó en Londres la bandera albiceleste que flameaba en las Georgias y que, cuando llegaron los soldados británicos, fuera arriada por un royal marine y transformada, en ese mismo instante, en el primer trofeo de guerra del bando enemigo.
Esta es, presentada en 4 episodios y narrada por Mariano Melamed, la historia de la primera bandera de la guerra de Malvinas.