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  • 845 – Job 31:1 Job. La integridad de un hombre inocente.
    Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?

    Nuestra sociedad rápidamente se convierte en más desconfiada, menos integra. En la sociedad de hace pocos años atrás, el líder se escogía por su carácter, se respetaba por su integridad, se confiaba en su palabra nada más, sin contratos, ni juramentos sobre una Biblia. Un análisis general indica que el liderazgo de las principales casas de la sociedad actual carecen cada vez más de integridad. La casa de la justicia (tribunales), la casa de gobierno, y la casa de Dios, han perdido confianza por la falta de integridad. Por la falta de integridad, cada vez se agregan más hechos escandalosos, vergonzosos de jueces, abogados, líderes políticos y religiosos. Dios ha establecido principios de integridad para el que sirve. “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección [integridad], éste me servirá. No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. “(Sal 101:6-7). Por eso admiramos la fortaleza y perseverancia de Job, al mantener su integridad antes, durante, y después de su aflicción. Recordemos que Job perdió sus hijos, empresa y la salud (Job 1-2), pero nunca sacrificó su integridad, dice con firmeza: “Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad. Mi justicia tengo asida, y no la cederé” (Job 27:5-6). Job estaba diciendo: “Hasta que muera, no renunciaré a mi integridad. Me he aferrado a mi rectitud y no la cederé” ¿Usted haría lo mismo? ¿Mantendría su integridad en momentos difíciles? Job se mantiene integro durante su lucha espiritual y aflicción, primero atacado dos veces por Satanás, y luego sus tres amigos, quitando el trabajo a Satanás, sospechan de él, y lo acusan de estar en pecado por su sufrimiento. Job concluye su último discurso defendiendo su integridad e inocencia, tanto de los pecados externos como de los internos, y hace una lista de los pecados que no ha cometido: ni en su corazón, ni en contra el prójimo, ni contra Dios.
    1. Integridad del corazón. (Job 31:1-12). Job afirma el cuidado que ha tenido con: Sus ojos. “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” (Job 31:1). Su boca, su lengua. “Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño, péseme Dios en balanzas de justicia, y conocerá mi integridad.”(Job 31:5-6). Su corazón. Lo cuidó de iniquidad, maldad y adulterio. “Si mis pasos se apartaron del camino, si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo se pegó a mis manos, siembre yo, y otro coma, y sea arrancada mi siembra. Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo. Muela para otro mi mujer, y sobre ella otros se encorven.”(Job 31:7-10). Job logrando demostrar la pureza del corazón, podía estar en la presencia de Dios. “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.” (Sal 24:3-5). Job oraba continuamente a Dios presentando sus debilidades y pecados, e incluía a su familia (Job 1:5), oraba como el salmista: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.” (Sal 139:23-24).
    2. Integridad hacia el prójimo. (Job 31:13-23). Debemos tener compasión y amor con nuestro prójimo supliendo las insuficiencias físicas y espirituales que ellos padecen. Job afirma su integridad para con el prójimo al tener equidad y compasión. “Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos contendían conmigo.” (Job 31:13). “Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunque viese que me ayudaran en la puerta; mi espalda se caiga de mi hombro, y el hueso de mi brazo sea quebrado.” (Job 31:21-22)

  • 844 – Job 29:1-2 Job. La gloria pasada y la desgracia actual.
    Volvió Job a reanudar su discurso, y dijo: ¡Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días en que Dios me guardaba,

    Job lleva meses sufriendo y recuerda con nostalgia la gloria pasada ¡Qué días tan gloriosos fueron esos! (Job 29), y luego se lamenta de su desgracia actual (Job 30). Job poéticamente recuerda su gloria, gozo, riquezas, abundancia pasada diciendo: “Cuando lavaba yo mis pasos con leche, y la piedra me derramaba ríos de aceite!” (Job 29:6). Luego se lamenta por su desgracia actual, diciendo: “Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba luz, vino la oscuridad. Mis entrañas se agitan, y no reposan; días de aflicción me han sobrecogido.” (Job 30:26-27). Jesucristo recuerda a sus discípulos que no todo es alegría, felicidad en la vida del creyente, hay momentos de aflicción. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Jn 16:33).
    1. La gloria pasada. (Job 29:1-25). Job hace con nostalgia una lista de su gloria pasada. 1) Tenía abundante gracia de Dios (Job 29:1-6). Job recuerda los meses pasados cuando Dios lo guardaba, tenía su favor, ya que su luz le guiaba y cuidaba. “¡Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días en que Dios me guardaba, cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara, a cuya luz yo caminaba en la oscuridad; como fui en los días de mi juventud, cuando el favor de Dios velaba sobre mi tienda” (Job 29:2-4). Recordaba los hermosos días compartidos con sus hijos, las riquezas, y la abundancia que poseía. “Cuando aún estaba conmigo el Omnipotente, y mis hijos alrededor de mí; cuando lavaba yo mis pasos con leche, y la piedra me derramaba ríos de aceite!” (Job 29:5-6). 2) Era respetado y admirado por todos (Job 29:7-11). Los jóvenes, ancianos, príncipes y magistrados de la ciudad lo respetaban y admiraban. “Los oídos que me oían me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían me daban testimonio” (Job 29:11). 3) Hacia justicia y ayudaba al pobre, huérfano, a la viuda, al ciego y menesteroso (Job 29:12-20). “Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que carecía de ayudador. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, y al corazón de la viuda yo daba alegría.” (Job 29:12-13). 4) Lo oían, callaban, y no replicaban ante su consejo (Job 29:21-24). “Me oían, y esperaban, y callaban a mi consejo. Tras mi palabra no replicaban, y mi razón destilaba sobre ellos.” (Job 29:21-22). 5) Era considerado el jefe, y como un rey. “Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba entre ellos como el jefe; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela a los que lloran.” (Job 29:25). Job era un hombre a quien las riquezas no se le subieron a la cabeza. Es impresionante conocer a personas humildes de corazón, que aún siendo inmensamente ricos, no se creen ni comportan superior a nadie. “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” (2Co 8:9). Pablo apoya a Job enseñando: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”(Fil 2:3-4).
    2. La desgracia actual (Job 30:1-31). Job al recordar su sufrimiento actual inicia comparando, “Pero ahora”. Aquello era antes, la gloria pasada, esto es ahora. Todo ha cambiado. Quizás con sus ojos llenos de lágrimas enumera su desgracia: 1) Ahora no significo nada para ellos. Solo soy un pedazo de basura enfermo. Soy objeto de burla, vergüenza, y escupen mi rostro. “Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo, a cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado. Y ahora yo soy objeto de su burla, y les sirvo de refrán. Me abominan, se alejan de mí,

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  • 843 – Job 28:28 Job. La verdadera sabiduría.
    He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.

    Job lleva meses enfermo y el sufrimiento le ha permitido aprender verdades muy profundas. Al llegar a este capítulo descubrimos que Job ha pasado de la esfera del simple conocimiento (información intelectual) al de la sabiduría (discernimiento espiritual). Job como buen maestro enseña, a sus tres amigos y a nosotros, dónde encontrar la sabiduría y como obtenerla. Va a explicar que todo esfuerzo humano por encontrar la sabiduría es en vano ya que la sabiduría no se encuentra en los seres vivientes, no se halla en los libros, ni en los descubrimientos, ni en los inventos, ni en la mente de un gurú. El sabio Salomón nos anima, “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.” (Pr 4:7).
    1. Está la sabiduría en las riquezas materiales (Job 28:1-14). “Abren minas lejos de lo habitado, en lugares olvidados, donde el pie no pasa. Son suspendidos y balanceados, lejos de los demás hombres.” (Job 28:4). Job explica que el ser humano hace esfuerzos inmensos buscando las riquezas materiales, temporales, pero allí no halla la sabiduría. El hombre sabe como buscar, y hace gran esfuerzo en extraer y refinar la plata, el oro, el zafiro, el cobre, y se pregunta: Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia? (Job 28:12). Job responde que “No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes.” (Job 28:13). Y si preguntamos al abismo y al mar si la sabiduría está en ellos: “El abismo dice: No está en mí; y el mar dijo: Ni conmigo.” (Job 28:14).
    2. Cuál es el valor de la sabiduría (Job 28:15-19). Job responde que el valor de la sabiduría es superior al oro de Ofir, el oro más fino de África, la plata, el diamante, el zafiro, las perlas, y las piedras preciosas. “No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro. El oro no se le igualará, ni el diamante, ni se cambiará por alhajas de oro fino. No se hará mención de coral ni de perlas; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas. No se igualará con ella topacio de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.”
    3. Quién conoce dónde está la sabiduría (Job 28:20-27). Job nos vuelve a preguntar ¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? (Job 28:20). Job responde que buscarla por medio del esfuerzo humano, es una pérdida de tiempo, ya que no es visible a los hombres, ni a las aves del cielo, y que el Abadón (Hades, lugar de sufrimiento) y la muerte solo han oído hablar de ella. (Job 28:21-22). Entonces ¿Quién puede ayudarnos a encontrar la sabiduría? Job afirma que es Dios y sólo Dios quien “entiende el camino de la sabiduría y conoce su lugar.” (Job 28:23). El sabio Salomón apoya a Job, al hablar de la sabiduría afirma: “Jehová me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras. Eternamente tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra.” (Pr 8:22-23).
    4. Cómo podemos obtener la sabiduría (Job 28:28). Job responde “He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.” Usted puede tener varios doctorados académicos y no tener sabiduría. Solo al cultivar un sano y santo temor de Dios nos dará sabiduría e inteligencia. I. He aquí que el temor del Señor es la sabiduría. La sabiduría de Dios no se alcanza con un conocimiento natural o teórico. Lo que Dios no revela, no podemos conocerlo. “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.” (Dt 29:29). Job concluye afirmando que la sabiduría se encuentra en el temor a Dios. Temor significa honrar, reverenciar, obedecer, seguir el consejo. No significa miedo. El temor a Dios significa reverenciar a Dios siempre,

  • 842 – Job 27:5 Job. Las prioridades del ser humano.
    Nunca tal acontezca que yo os justifique; hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad.

    Job con fortaleza renovada, defiende su integridad y se aferra a ella con todas sus fuerzas. Su declaración inicial está revestida de la máxima solemnidad, “Vive Dios” (Job 27:2) y es más que una simple exclamación. Expresa la inmortalidad, eternidad de Dios, y su soberanía. Nos enseña sobre las prioridades del hombre en la vida. Con Job aprendemos que el sufrimiento nos ayuda a precisar nuestras prioridades y a concentrarnos en los objetivos correctos. Cuanto mayor sea el dolor, más precisa será la visión. Cuanto más sufrimos, mejor determinamos lo que realmente importa, la prioridad en nuestra vida. Durante ese proceso de difíciles circunstancias, sustituimos el conocimiento por la sabiduría del Dios vivo.
    Prioridad 1: Pensar correctamente en cuanto a Dios (Job 27:2). “Vive Dios, que ha quitado mi derecho, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía” ¿Qué viene a su mente cuando piensa en Dios? ¿Lo ve como aquel que le da el aliento y que mantiene funcionando su corazón? ¿Lo ve como aquel que cuida de sus hijos y de su trabajo? Su concepto de Dios es crucial en cuanto a su manera de ver la vida. Piense en la situación de Job: está arruinado, sin hijos, sin amigos y enfermo. Mal interpretado, culpado de pecados secretos, y rechazado por quienes lo respetaron una vez. ¿Cómo es que sigue adelante? Hay solo una respuesta: Cree que “Dios vive” y es soberano. Su correcto concepto de Dios lo ayuda a seguir adelante.
    Prioridad 2: Caminar en Integridad: única manera de vivir (Job 27:3-6). “Nunca tal acontezca que yo os justifique; hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad.” (Job 27:5). Por estar bien enfocado no hablará falsedades. No va actuar con fingimiento. No les mentira ni los engañará. Hablará solo verdad. ¡Qué reconfortante y tranquilizador! ¡Qué importante es estar rodeados por esas almas excepcionales que han logrado controlar sus lenguas! (Stg 3:2). Job dice: “mis labios serán labios íntegros. Me niego a utilizarlos como instrumento de engaño”. Me aferraré a mi rectitud y no la cederé. Y no me reprochará mi corazón (Job 27:6). Finalmente Job dice: “mis principios de integridad no son negociables”. ¿Cuál es tu posición cuando estas acorralado por decisiones o declaraciones erradas? Job amplia el tema de la integridad en el capítulo 31 y dice NO: a la mirada lasciva. Hizo pacto con sus ojos (Job 31:1-2), a la mentira (Job 31:5-6), al adulterio (Job 31:9-11), a la opresión del prójimo (Job 31:13-15), a la falta de compasión (Job 31:16-23), al materialismo (Job 31: 24- 25, 28), y a justificarse uno mismo (Job 31:35-37)
    Prioridad 3: Tener una esperanza viva (Job 27:7-12). “Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, cuando Dios le quitare la vida?” (Job 27:8). La tercera prioridad de Job es tener una esperanza viva después de la muerte, reservada en los cielos. “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros” (1Pe 1:3-4).
    Prioridad 4: No tolerar el mal (Job 27:13-23). Job era consciente de la existencia del mal pero su prioridad estaba en rechazarlo, no tolerar el mal. Hace una lista para advertir sobre el castigo que recibirá el malo: 1) La familia del impío, violento están sujetos a morir a espada, hambre y por la plaga (Job 27:14-15). 2) El dinero, bienes, y ropas del impío pasarán a manos del justo (Job 27:16-17). Job dice: El impío puede tener mucha ropa en su closet, pero terminará dejándonosla. 3) La casa del impío quedará vacía (Job 27:18). 4) La riqueza del impío perecerá repentinamente (Job 27:19-21). Por lo tanto, “No te afanes por hacerte rico; se prudente y desiste” (Pr 23:4-5).

  • 841 – Job 26:14 Job. Dios es soberano e inescrutable.
    He aquí, estas cosas son sólo los bordes de sus caminos; ¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él! Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?

    El estudio del libro de Job nos enseña que el principal tema es la soberanía de Dios. Es Dios, en su soberanía, que permite y coloca límites a Satanás para que Job pierda sus hijos, bienes y salud (Job 1-2). Es Dios quién permite que sucediera todo, desde el inicio hasta el fin. Es Dios quién finalmente va a romper el silencio (Job 38-41), haciendo 77 preguntas a Job, dejando las cosas claras, censurando y reprendiendo duramente con sentencia de muerte a los tres amigos de Job, los consoladores molestos (Job 42:7-9). Es Dios el que durante toda esta historia nos deja perplejos y maravillados. En la iglesia enseñan muy poco o casi nada, sobre la soberanía de Dios. El apóstol Pablo hace una breve y profunda reflexión sobre este atributo de Dios, desconocidos por muchos: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Ro 11:33). Dios es insondable, incompresible, profundo, soberano e inescrutable. Nosotros somos finitos, Él es infinito. Nuestros caminos son limitados, los de Él son ilimitados. Nosotros somos pequeños, Él es inmenso. “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” (Is 55:8-9). Dios es majestuoso, exaltado, inescrutable, por eso no podemos dar respuesta a todo, explicar lo inexplicable, penetrar lo insondable, conocer lo inescrutable, sino solo lo revelado por Dios (Dt 29:29). David concluye: “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.” (Sal 139:6). Cuando no pueda dar respuesta a algo que no está soportado por la Biblia, es mejor que diga: No lo sé. Preguntas como: ¿De dónde saco Caín su esposa? No lo sé. Yo solo sé de dónde saque la mía. ¿Por qué Jesús oraba muy de mañana? No lo sé. No diga que era para combatir al diablo, los brujos y hechiceros que también oran en ese horario.

    1. Dios es majestuoso y exaltado (Job 25:1-6). Bildad concluye su tercero y último discurso reafirmando la misma teoría, que Dios era majestuoso y exaltado (Job 25:2-3), y que el hombre era pecaminoso, en especial Job (Job 25:4-6). Y podemos agregar: ¡Gracias Señor! por quitar a los Bildad, no los vamos a extrañar. Usted dirá porque alegrarse de que Bildad no hablará más. Bildad dice de Dios que es luz y que Job es oscuridad y por eso está sufriendo. Su última mordida venenosa lo dice todo: Job eres una larva, un gusano (Job 25:6). Aprendemos que cuando estemos ante una persona que sufre, humillarla con un sermón, teología fuera de contexto, falsa doctrina, no le servirá de nada ni ayuda a consolar su sufrimiento.
    2. La dura respuesta a los consoladores molestos (Job 26:1-4). Job sarcásticamente responde con preguntas a las hirientes y sarcásticas palabras de Bildad. “¿En qué ayudaste al que no tiene poder? ¿Cómo has amparado al brazo sin fuerza? ¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, y qué plenitud de inteligencia has dado a conocer?” (Job 26:1-3). Job como estocadas responde a Bildad: No me has ayudado en mi debilidad, sufrimiento. No me has enseñado nada, y tus consejos son molestos. La estocada final de Job “¿A quién has anunciado palabras, y de quién es el espíritu que de ti procede?”(Job 26:4). Job está diciendo a Bildad: ¿Con la ayuda de quién has expresado palabras, cuál es el espíritu que está en ti Bildad, el de Dios o el del acusador, el diablo? Bildad, tu espíritu malo se irrita con la verdad de Dios.
    3. La soberanía de Dios (Job 26:5-13). Job demuestra a Bildad que él si conoce al Dios soberano y hace una sencilla, directa y fascinante explicación cosmológica y teológica. Enseña que Dios conoce, entiende, nada lo toma por sorpresa, ya que tiene el control de todo.

  • 840 – Job 24:1 Job. La soberanía permisiva de Dios.
    Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días?

    Job a través de sucesos, hechos abiertamente por impíos, en el campo y la ciudad, en los que Dios no interviene para detenerlos, enseña la soberanía permisiva de Dios. Repentinamente, Job parecía estar discutiendo del lado de sus tres amigos. Por tal motivo, algunos comentaristas piensan que fue uno de los amigos de Job que dijo esas palabras. Pero no, debemos esperar que Job presentara un argumento lógico. Se sentía confundido. No estaba discutiendo que, en cada caso, Dios recompensará al malvado y castigará al recto. Simplemente estaba afirmando que, en esta situación, un hombre recto estaba sufriendo. Job no podía ubicar a Dios para defender sus argumentos. No conocía el plan soberano de Dios, pero confiaba en Él. La respuesta a Job 23 la concluye en Job 24: No podía justificar lo que Dios estaba haciendo en su soberanía permisiva, pero confiaba en Él. Job conocía y confiaba en la soberanía de Dios que tiene el control de todas las cosas. Aprendamos de Job tres lecciones 1) Resista la tentación de explicarlo todo. Dios lo sabe todo. 2) Concéntrese en las bendiciones futuras, en lo eterno, no en el sufrimiento presente. Dios lo dirige todo. 3) Acepte la soberanía del todopoderoso. Dios lo controla todo.

    1. La soberanía permisiva de Dios en el campo (Job 24:1-11).
    “Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días? Traspasan los linderos, roban los ganados, y los apacientan. Se llevan el asno de los huérfanos, y toman en prenda el buey de la viuda.” (Job 24:1-3). Job creía que Dios conocía los tiempos señalados para todas las actividades bajo el sol (Ecl 3:1-8), pero se lamenta que Dios no informaba al hombre acerca de ellos. Que si Dios anunciara en un boletín universal su programa para juzgar a la humanidad, ésta se sentiría menos frustrada al observar la aparente indiferencia del Altísimo ante el pecado, porque impunemente, aun en el campo, algunos roban tierras y traspasan los linderos para apoderarse del campo del vecino y roban los ganados de los huérfanos y de la viuda. “¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!” (Jer 22:13).
    2. La soberanía permisiva de Dios en la ciudad (Job 24:12-17).
    “Desde la ciudad gimen los moribundos, y claman las almas de los heridos de muerte, pero Dios no atiende su oración. Ellos son los que, rebeldes a la luz, nunca conocieron sus caminos, ni estuvieron en sus veredas.” (Job 24:12-13). Hasta en la ciudad gimen los moribundos, y claman, pero Dios parece indiferente a todo ello y no atiende su oración. Llama la atención sobre los criminales y adúlteros que actúan en la sombra y parecen escapar a la justicia; de hecho, parece como si Dios les ofreciera protección. “A la luz se levanta el matador; mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón. El ojo del adúltero está aguardando la noche, diciendo: No me verá nadie; y esconde su rostro.”(Job 24:14-15). Job, se preocupa porque él estaba sufriendo a pesar de no haber cometido alguna maldad específica, mientras que otros que pecaban abierta y deliberadamente, quedaban impunes. Salomón apoya a Job: “Me volví y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.”(Ecl 4:1).
    3. La soberanía permisiva de Dios con los impíos (Job 24:18-24).
    “Huyen ligeros como corriente de aguas; su porción es maldita en la tierra; no andarán por el camino de las viñas. La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; así también el Seol a los pecadores.” (Job 24:18-19). Los impíos, en la soberanía permisiva de Dios, no son detenidos en sus malvados hechos.

  • 839 – Job 23:10 Job. Purificados como el oro.
    Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro.

    Job dejando a un lado la réplica a Elifaz (Job 31) reflexiona en dos problemas: Las injusticias
    que estaban experimentando él y otros. Su sufrimiento sería más soportable si supiera el porqué del mismo (Job 23), y por qué Dios permanecía callado como indiferente ante la crueldad de los otros (Job 24). La Biblia enseña que el plan de Dios en la vida del creyente, las pruebas son la norma, no la excepción. Los cristianos durante las pruebas deben tener una actitud de fe. El propósito de Dios al permitir las pruebas consiste en confirmar la realidad de la fe de cada creyente, purifican la fe, ayudan a crecer en el carácter de Cristo. El apóstol Juan escribió: “esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1Jn 5:4). Esta clase de fe puede capacitar a los creyentes para regocijarse aun cuando atraviesan tiempos de pruebas, y somos afligidos en diversas tipos de pruebas (1Pe 1:6).

    1. No puedo ubicar dónde está Dios, pero confío en Él (Job 23:1-12).
    “Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido. ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. Expondría mi causa delante de él, y llenaría mi boca de argumentos.” (Job 23:2-4). Es la cuarta de cinco veces que Job está deprimido en medio de su amargura y lamentos (Job 3:20; 7:11; 10:1; 23:2; 27:2). Job deseaba encontrar a Dios y no era capaz de ubicar su presencia para exponer su caso. Una vez que Dios conociera sus argumentos dejaría de contender con Job y se acabaría su sufrimiento. “¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza? No; antes él me atendería. Allí el justo razonaría con ÉL; y yo escaparía para siempre de mi juez.” (Job 23:6-7). Job enseña que cuando venimos a Dios tal como somos, con un corazón sincero, Él escucha nuestras oraciones, suplicas, nuestro sentimiento de necesidad, y está presto a responder: “Yo te perdono. No temas. Yo te amo. Yo te entiendo. Yo estoy aquí. Yo te ayudo. Yo te sostengo. Te felicito por enfrentar la verdad”. En la aflicción Dios nos recuerda: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Is 41:10).
    2. Dios conoce mi camino, yo confío en Él. (Job 23:10-12).
    Job declara su inocencia, colocando su confianza en Dios. “Mas Él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro.” (Job 23:10). Elifaz, Bildad, Zofar piensen y digan lo quieran de mí, pero Dios conoce mí camino, Él sabe la verdad, conoce mi corazón, yo creo en Dios, seguí sus pisadas, guardé su palabra, yo confío en Él. Me probará con esta dura aflicción, pero tengo la esperanza que no quedaré en la prueba sino que saldré de la prueba cuando su propósito se haya cumplido en mí, y saldré purificado, refinado como el oro. “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.” (1Pe 4:12-13). Job continúa afirmando: “Mis pies han seguido sus pisadas; guardé su camino, y no me aparté. Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.” (Job 23:11-12). Dios es omnisciente, todo lo sabe, omnipresente, su presencia está en todo lugar, y omnipotente, es todo poderoso para cumplir su perfecta y buena voluntad, soberanía en nuestra vida. Nosotros solo debemos seguir sus pisadas, guardar su camino, y obedecer el mandamiento de sus labios: su palabra, que nos enseña, instruye, corrige, aconseja, consuela, reprende y dirige nuestros pasos capacitándonos para toda buena obra (2Ti 3:16-17).
    3. No entiendo el plan de Dios, pero confío en Él (Job 23:13-17).
    Job declara la soberanía de Dios. No entiende su plan, pero confía en que Él tiene el control de su vida.

  • 838 – Job 22:4-5 Job. Arsenal de críticas.
    ¿Acaso te castiga, o viene a juicio contigo, a causa de tu piedad? Por cierto tu malicia es grande, y tus maldades no tienen fin.

    Elifaz hace su tercer y último discurso cargando consigo un arsenal de críticas contra Job. Continúa acusando a Job que es pecador, hipócrita, y quiere obligar a Job a que se arrepienta para que fuera sano y próspero económicamente. En varias oportunidades, los amigos de Job mostraron un conocimiento parcial de la verdad y del carácter de Dios, pero tuvieron problemas en aplicar con precisión esta verdad a la vida. “Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción; tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir” (Job 22:23-24). Elifaz tenía razón al decir que debemos pedir a Dios perdón cuando pecamos, pero el resultado del mismo no es cierto completamente, de ser sanados físicamente y ser prosperados económicamente. Tampoco aplicaba a Job, ya que era un fiel intercesor a Dios. Diariamente, Job pedía perdón a Dios, por sus pecados y oraba por su familia (Job 1:5).

    1. Eres un pecador, Job (Job 22:1-11).
    ¿Acaso te castiga, o viene a juicio contigo, a causa de tu piedad? Por cierto tu malicia es grande, y tus maldades no tienen fin. (Job 22:4-5). Elifaz mantiene su posición de que Job está sufriendo porque tiene algún pecado oculto que no permite que sane y prospere económicamente. Hace una serie de falsas acusaciones a Job: 1) Prestaste dinero al amigo, exigiste prenda en garantía, y lo dejaste desnudo (Job 22:6). 2) Negaste agua al sediento, y comida al hambriento (Job 22:7). 3) Hiciste acepción de persona tratando mejor a los ricos (Job 22:8). 4) No ayudaste a las viudas y huérfanos (Job 22:9). Según Elifaz, los resultados de maltratar a otros son lazos, espanto repentino, tinieblas, y tener el agua hasta el cuello por la abundancia de aguas. (Job 22:10-11). Elifaz tenía razón a medias, Job estaba sufriendo todo esto, pero no era porque había un pecado oculto en él. Job oraba y pedía perdón a Dios como el salmista “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.” (Sal 19:12; Job 1:5).
    2. Eres un hipócrita, Job (Job 22:12-20).
    ¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están. ¿Y dirás tú: ¿Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará a través de la oscuridad? Las nubes le rodearon, y no ve; y por el circuito del cielo se pasea.” (Job 22:12-14). Puesto que Dios es tan majestuoso y habita en la altura de los cielos, más allá de las estrellas, ¿cómo podía Job ser tan insolente con el Altísimo, y cuestionar su conocimiento y percepción del hombre, así como su capacidad de juzgar, debido a que está separado del hombre por las nubes? Pero Elifaz estaba torciendo lo que Job había dicho (Job 21:22), revelando una vez más la ineficacia de su cerrado sistema teológico. Finaliza Elifaz diciendo: “Verán los justos y se gozarán; y el inocente los escarnecerá, diciendo: Fueron destruidos nuestros adversarios, y el fuego consumió lo que de ellos quedó.” (Job 22:19-20). Semejante a Bildad y Zofar (Job 18:15; 20:26), con una crítica cruel, dice a Job que las posesiones de los impíos serían consumidas por el fuego. Job confiaba en Dios y más tarde defendería su inocencia concluyendo: “He aquí mi confianza es que el Omnipotente testificará por mí, aunque mi adversario me forme proceso.”(Job 31:35).
    3. Tienes que arrepentirte, Job (Job 22:21-30).
    Elifaz luego de conjurar mentiras inventadas por él acerca de Job y habiendo torcido las
    declaraciones del patriarca para hacerlas parecer falsedades, casi que obliga a Job que se coloque de rodillas y que se arrepintiera de sus pecados ocultos. Nuevamente su teología no estará bien ya que no se adapta a la realidad que vive el creyente. 1) Lo que está bien: Al arrepentirnos del pecado y someternos a Dios obedeciendo su palabra tendremos paz con Dios y la paz de Dios, seremos edificados, será nuestra

  • 837– Job 21:2-3 Job. Respuestas sabías a falsas acusaciones.
    Oíd atentamente mi palabra, y sea esto el consuelo que me deis. Toleradme, y yo hablaré; y después que haya hablado, escarneced.
    Qué importante es pensar antes de hablar, y luego de dar a nuestras palabras una atención muy cuidadosa, medir su tono, su posible efecto y su veracidad. El formarse hábitos de moderación es una disciplina esencial para todo creyente y en especial para el consejero cristiano. Por lo tanto, cuando recibamos información acerca de otra persona, es importante conocer la fuente y preguntar ¿Cómo sabe usted eso? ¿Quién se lo dijo? ¿Es creíble esa información? Estas preguntas ayudan a silenciar a las personas que acostumbran a transmitir información falsa, dañina y exagerada. Las falsas acusaciones también hieren a los fuertes y Job es un ejemplo de admirar por su heroica paciencia. “He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”(Stg 5:11). Job enseña qué hacer ante las falsas acusaciones: Mantenga la calma. Responda, confronte con la verdad. Confié en Dios. No se desanime, persevere con fortaleza.
    1. Confrontando con la verdad al mentiroso (Job 21:1-5). Job espera pero no se queda callado, responde sabiamente a las palabras insultantes, exageradas e inapropiadas. Dice a sus tres amigos: escuchénme, sopórtenme y luego si quieren búrlense. “Oíd atentamente mi palabra, y sea esto el consuelo que me deis. Toleradme, y yo hablaré; y después que haya hablado, escarneced” (Job 21:2-3). Algunos dicen que no hay que responder al falso testigo, pero la verdad silencia la mentira destructora. Jesús confrontó con la verdad a los falsos religiosos de su tiempo en Mateo 23, un capítulo que pocos predican, los llama ocho veces hipócritas. Por eso quisieron eliminar la verdad, y mataron la verdad en la cruz, sepultaron la verdad, aseguraron la tumba de la verdad, pero la verdad resucitó, la muerte no la pudo retener, como había profetizado el salmista: “La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos.” (Sal 85:11). Defienda la verdad con valentía, aunque lo dejen sólo, la justicia de Dios te apoyará desde los cielos. Los falsos acusadores nos evitan, hablan a nuestras espaldas. “Miradme, y espantaos, y poned la mano sobre la boca.” (Job 21:5). Job dice: miradme, lo que tengan que decirme díganmelo en la cara, no por la espalda.
    2. Respondiendo sabiamente a las falsas acusaciones (Job 21:7-26). Job, capta la atención de sus amigos, y usando la misma secuencia de Zofar, responde con sabiduría a sus falsas acusaciones con tres preguntas: P1) ¿Quién dice que los impíos mueren jóvenes? (Job 21:7-16). El mismo Job responde con preguntas. “¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aun crecen en riquezas? Su descendencia se robustece a su vista, y sus renuevos están delante de sus ojos. Sus casas están a salvo de temor, ni viene azote de Dios sobre ellos.” (Job 21:7-9). Job aclara que los impíos desconocen a Dios, no oran a Dios y aun así prosperan: “Pasan sus días en prosperidad, y en paz descienden al Seol. Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, porque no queremos el conocimiento de tus caminos.” (Job 21:13-15). Job dice a Zofar, estás equivocado yo no soy impío, lo que estoy es enfermo, muy enfermo. Así que, no me des falsos consejos de super fe que declare que estoy sano cuando en realidad estoy enfermo, y Dios en su soberanía no ha decidido sanarme. “He aquí que su bien no está en mano de ellos; el consejo de los impíos lejos esté de mí.”(Job 21:16). El sabio Salomón apoya la verdad de Job, dice: “Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.” (Ecl 7:15). P2) ¿Dónde está la prueba que los impíos siempre sufren calamidades? (Job 21:17-22). “¡Oh, cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, y viene sobre ellos

  • 836 – Job 20:4-5 Job. Falsas acusaciones.
    ¿No sabes esto, que así fue siempre, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra, Que la alegría de los malos es breve, y el gozo del impío por un momento?

    Zofar no se queda callado y su virulenta lengua no se suavizó mientras esperaba su turno. Se hace notar con el mensaje más fuerte contra Job. El enemigo más peligroso que hay en la iglesia es la lengua. La lengua humana ha hecho más daño y causado más sufrimiento que cualquiera otra fuente de problema. La Biblia presenta la lengua como una espada, veneno que hiere a los demás causándoles un sufrimiento profundo y prolongado (Pr 12:18). “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.” (Stg 3:6). La lista de los diez mandamientos incluye: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.” (Ex 20:16). Entre las siete cosas que Dios aborrece está: “El testigo falso que habla mentiras” (Pr 6:19). Sin embargo, los mentirosos siguen sueltos, y no escasean en la iglesia. Los acusadores quitan el trabajo al diablo, “el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.” (Ap 12:10). Si usted ha sido acusado falsamente, habrá descubierto, lo difícil que es defenderse después que el veneno de la lengua venenosa ya ha hecho su efecto porque “Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios.” (Sal 140:3).
    A1. Job, los malvados como tú no vivirán mucho tiempo (Job 20:4-11).
    Debemos recordar que el sufrimiento de Job no es por haber pecado. Job es considerado por el mismo Dios su siervo, perfecto, integro, único en la tierra “Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?”(Job 1:8). Zofar se sintió ofendido con el mensaje de Job y decide hablar, según su inteligencia, el mensaje más hiriente de todos. “La reprensión de mi censura he oído, y me hace responder el espíritu de mi inteligencia.” (Job 20:3). Zofar ve a Job como un malvado y que no le queda mucho tiempo en este mundo. “¿No sabes esto, que así fue siempre, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra, Que la alegría de los malos es breve, y el gozo del impío por un momento?” (Job 20:4-5).
    A2. Job, los placeres de los impíos como tú son pasajeros (Job 20:12-19).
    “Si el mal se endulzó en su boca, si lo ocultaba debajo de su lengua, Si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía en su paladar; su comida se mudará en sus entrañas; hiel de áspides será dentro de él.” (Job 20:12-14). Zofar además de insinuar que la vida de Job es engañosa, torcida y extraña, continúa con sus palabras venenosas y condenatorias insinuando que Job, aprovechando su riqueza, fue un explotador egoísta, y un inmisericorde tirano de los pobres. “Devoró riquezas, pero las vomitará; De su vientre las sacará Dios.” (Job 20:15). Zofar dice que Job será juzgado al acusarlo falsamente de ladrón y estafador. “Restituirá el trabajo conforme a los bienes que tomó, y no los tragará ni gozará. Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, robó casas, y no las edificó” (Job 20:18-19). Todo para decirle con veneno de áspid: Job, se te acabaron los placeres, es en serio, tu iniquidad, tu pecado te alcanzó.
    A3. Job, el juicio de Dios cae severamente sobre los impíos como tú (Job 20:20-29).
    Zofar como serpiente venenosa da la mordida final: Job, “Por tanto, no tendrá sosiego en su vientre, ni salvará nada de lo que codiciaba. No quedó nada que no comiese; por tanto, su bienestar no será duradero. Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el ardor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida.”(Job 20:20-23). Zofar concluye su feroz, venenosa, y falsa acusación. Job, “Esta es la porción que Dios prepara al hombre impío, y la heredad

  • 835 – Job 19:25-26 Job. Yo sé que mi Redentor vive.
    “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”
    Recordemos que mientras Job estaba sentado con ulceras en su piel que habían comenzado a supurar, con el cuerpo hinchado y lleno de fiebre, y produciéndole una picazón que no se detiene, mira el rostro de los tres amigos que se presentan en escena: Elifaz, Bildad y Zofar (Job 2:11). Los tres amigos de Job se sientan y miran a Job durante siete días y siete noches sin decir una palabra (Job 2:11-13). Lamentablemente no se quedaron callados. Cuando finalmente hablan, no tienen nada que decir sino críticas, acusaciones e insultos “Job, estás recibiendo lo que mereces” (Job 4-18). Job en medio de su sufrimiento dice “Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, y he escapado con sólo la piel de mis dientes. ¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí!” (Job 19:20-21). Pero en las palabras de sus amigos no hay compasión, ni bálsamo, ni ungüento, ni aceite, y Job les responde ¿Hasta cuándo me azotan lanzándome pedradas verbales? “¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, me moleréis con palabras? Ya me habéis vituperado diez veces; ¿No os avergonzáis de injuriarme?”(Job 19:2-3).
    1. La dura respuesta de Job (Job 19:1-3). Job responde a Bildad con las mismas palabras ¿Hasta cuándo? (Job 19:1a). Recibió golpes verbales brutales de acusaciones injustas y en este capítulo describe los cuatro feroces verbos usados por sus tres amigos: Angustiar, triturar, injuriar y avergonzar. (Job 19:2-3). La lengua del sabio puede traer grandes beneficios a los que son suficientemente humildes, y están dispuestos a aceptar la corrección (Pr 12:18; 15:4; 16:6). La lengua, por otra parte, puede ser algo mortal. Puede angustiar, triturar, injuriar y avergonzar (Sal 57:4; 64:1-4). ¡Qué arma tan poderosa es la lengua! Especialmente cuando somos atacados en secreto, entre bastidores. Dicen cosas de nosotros, y no sabemos ni pensamos en el impacto que están teniendo en las personas que una vez creyeron en nosotros. Su lengua es tan mala y larga que “Ponen su boca contra el cielo, y su lengua pasea la tierra.“ (Sal 73:9).
    2. El silencio y la distancia de Dios (Job 19:6-10). A Job no solo lo afligen las devastadoras palabras de sus amigos sino la distancia que siente de su mejor amigo, Dios. Los cielos eran de bronce sin brillo. Dios estaba mudo (Job 19:7). También se angustia por sentirse que ha perdido gracia delante de Dios (Job 19:9-10). ¿Qué piensas cuando estás en pruebas y Dios no responde? ¿Te culpas, tienes remordimientos, crees que Dios ya no te acepta? Sigamos orando y esperando en Dios como David en el Sal 40:1-3.
    3. Falta de apoyo de la familia y amigos (Job 19:13-22). No solo Dios está callado; los que alguna vez fueron muy unidos a Job se han enemistado ahora con él. Y cuando saben de él, se disgustan como si Job hubiera cometido un gran pecado contra Dios, y ya no quieren saber nada de él. (Job 19:13-19). “Tú, Bildad. Tú, Zofar. Tú, Elifaz. ¡Todos ustedes se han vuelto contra mí!”. Job siente que ya no tiene compañía humana. Ni su mujer, ni los muchachos, los criados, y los parientes querían saber nada de él. Soledad total. Ni un mensaje de texto, un whatsApp, ni una carta, email nada. Quizás lleno de lágrimas les dice “vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí” (Job 19:21-22). Dios nos invita a ser sabios en el trato al prójimo. “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”(Stg 3:17). ¿Cómo te sientes cuando estás en pruebas y nadie quiere saber de ti, y quedas sólo? ¿A qué o a quién acudes o buscas? Dios permite soledades, en medio de las pruebas, para que aprendamos tres cosas: 1) Buscar a Dios de corazón sincero. 2) Hacer el hábito de estar a solas con Dios, en nuestros devocionales

  • 834 – Job 18:2 Job. Consejos a la persona equivocada.
    ¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.

    Bildad inicia su segundo discurso como el primero. Su ruda actitud se observa en sus primeras palabras: ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como viento impetuoso? (Job 8:2). Traducidas sus palabras está diciendo: Job, “¡Eres un charlatán!”. Recuerden que algunos apodan a Bildad como un ¡Puercoespín humano! En el inicio de su segundo discurso vuelve a llamar charlatán a Job “¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.” (Job 18:2). Bildad repitió muchos de los temas que había expresado su amigo mayor Elifaz. Al describir el destino de los malos, Bildad insistió en que son atrapados (Job 18:8–10). También dijo que sufren de calamidades (Job 18:11–12), de enfermedades (Job 18:13), y que pierden la calma (Job 18:11), sus posesiones (Job 18:14-16) y su buen nombre (Job 18:17-18). Según Bildad, ese era el destino para Job, lo visualiza camino a la muerte. Por supuesto Bildad comete dos errores habla a la persona equivocada y con la motivación incorrecta porque Job no había pecado, no era un impío desconocedor de Dios, y tenía la esperanza de la resurrección.

    1. Bildad acusa a Job, eres un charlatán (Job 18:1-4).
    “¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.”(Job 18:2). Bildad llama de nuevo charlatán a Job y lo regaña para que deje de hablar. Una vez más Bildad no trae ungüento ni bálsamo en sus palabras sino pedradas verbales que angustian, muelen, trituran, injurian, y vituperan a Job. Saetas que Job las describe en su próxima respuesta a Bildad (Job 19:1-2). “La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.”(Pr 15:4). La lengua es un arma mortal poderosa y sobre todo cuando somos atacados en lo secreto, tras bastidores. David pide a Dios que lo guarde del consejo secreto de sus enemigos “Que afilan como espada su lengua; lanzan cual saeta suya, palabra amarga, para asaetear a escondidas al íntegro; de repente lo asaetean, y no temen.” (Sal 64:3-4). Bildad sigue ofendido diciendo ¿Por qué somos tenidos por bestias, y a vuestros ojos somos viles? (Job 18:3). Primero Bildad llamó asno a Job (Job 11:12). Luego Job respondido más fuerte diciéndole que las bestias eran más inteligente que él (Job 12:7-9) y esto subió el calor de la conversación porque Bildad se ofendió.
    Job había respondido a Bildad como se debe responder a los necios. “Responde al necio como merece su necedad, para que no se estime sabio en su propia opinión.”(Pr 26:5).
    2. Bildad dice a Job, tu muerte está cerca (Job 18:5-21).
    Bildad hablando a la persona equivocada y con motivos incorrectos visualiza a Job muriendo, con cuatro imágenes diferentes: I1) Job eres como una luz que se apaga. (Job 18:5-6). “Ciertamente la luz de los impíos será apagada, y no resplandecerá la centella de su fuego. La luz se oscurecerá en su tienda, y se apagará sobre él su lámpara.” I2) Job eres una persona atrapada que se dirige a la muerte. (Job 18:7-10). “Sus pasos vigorosos serán acortados, y su mismo consejo lo precipitará. Porque red será echada a sus pies, y sobre mallas andará. Lazo prenderá su calcañar; se afirmará la trampa contra él. Su cuerda está escondida en la tierra, y una trampa le aguarda en la senda.” I3) Job eres un fugitivo que está siendo perseguido. (Job 18:11-15). “De todas partes lo asombrarán temores, y le harán huir desconcertado. Serán gastadas de hambre sus fuerzas, y a su lado estará preparado quebrantamiento. La enfermedad roerá su piel, y a sus miembros devorará el primogénito de la muerte. Su confianza será arrancada de su tienda, y al rey de los espantos [la muerte] será conducido.“ I4) Job eres como un árbol desarraigado. (Job 18:16-20). “Abajo se secarán sus raíces, y arriba serán cortadas sus ramas. Su memoria perecerá de la tierra, y no tendrá nombre por las calles.

  • 833 – Job 16:2 Job. Consoladores molestos.
    Muchas veces he oído cosas como estas; consoladores molestos sois todos vosotros.

    Job comenzó su réplica a Elifaz al llamarlo a él y a sus amigos "consoladores molestos". Las palabras de Job revelan varias maneras para llegar a ser un mejor consolador para aquellos que sufren: (1) no hable sólo por hablar, (2) no dé sermones al dar respuestas amables, (3) no acuse ni critique, (4) póngase en el lugar de la otra persona y (5) ofrezca ayuda y aliento. (6) Pida a Dios que su gracia lo ayude. Pruebe las sugerencias de Job, con el conocimiento de que fueron dadas por una persona que necesitaba un gran consuelo. Los que pueden consolar mejor son aquellos que saben algo acerca del sufrimiento personal.
    “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” (2Co 1:3-4).

    1. Consoladores molestos (Job 16:1-6). “Muchas veces he oído cosas como estas; consoladores molestos sois todos vosotros. ¿Tendrán fin las palabras vacías? ¿O qué te anima a responder?” (Job 16:2-3). Job estaba disgustado por los discursos molestos, palabras vagas y vacías, de sus amigos. ¿Por qué respondes así Job? Las personas carente de la gracia de Dios no entienden nada a menos que usted les responda también con dureza. Por eso, a veces, usted tiene que darle, con la verdad, un buen golpe verbal en su cerebro. La verdad neutraliza la verborrea vaga, difusa y complaciente que muchas veces caracteriza a muchos de los clichés religiosos. La verdad duele pero como decía Juan Huss “prefiero herirlos con la verdad que matarlos con la mentira.” Job dice a sus amigos que si estuviera en su lugar hablaría palabras de consuelo para aliviar su dolor. “Pero yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.” (Job 16:5). “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” (Col 3:16).
    2. Un hombre angustiado (Job 16:7-17). Job volvió a lamentarse por el tormento que estaba sufriendo a manos del Todopoderoso. “Pero ahora tú me has fatigado; has asolado toda mi compañía.” (Job 16:7). Se encontraba fatigado y asolado; debilitado por la agonía; estaba desesperado porque por un lado sus hijos y sirvientes (toda mi compañía) habían muerto y por el otro, estaba físicamente demacrado. Dijo a Dios: Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura (Job 16:8). Job acusa a Dios de haberlo desmenuzado, despedazado y entregado a sus enemigos para que se burlaran de él. Dice de Dios: “Próspero estaba, y me desmenuzó; me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo.” (Job 16:12). Sus lágrimas hicieron que su rostro quedara inflamado con el lloro, y su angustia hizo que sus párpados quedaran entenebrecidos y ojerosos. A pesar de todo ello, no había iniquidad en las manos de Job, él no era violento como Elifaz había sugerido (Job 15:20), y su oración era pura y sin motivos egoístas (Job 16:16-17). Así que su sufrimiento era inexplicable. ¿Por qué estaba en tal tormento si no era un impío? Lo que más lo angustiaba era que clamaba a Dios y no respondía.
    3. Un hombre desesperado (Job 16:18-17:5). “Mi aliento se agota, se acortan mis días, y me está preparado el sepulcro. No hay conmigo sino escarnecedores, en cuya amargura se detienen mis ojos.”’(Job 17:1-2). Job nuevamente está deprimido, no entendía su sufrimiento, y no recibe aliento alguno de sus amigos, solo recibe pedradas verbales. Job pide ayuda al Padre de Misericordias y Dios de toda consolación, diciendo: “Dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti. Porque ¿quién querría responder por mí?

  • 832 – Job 15:11 Job. Consejos sin la gracia de Dios.
    ¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios, y las palabras que con dulzura se te dicen?

    Comienza el segundo duelo de discursos en Job 15-21. Los tres amigos de Job: Elifaz, Bildad y Zofar insisten en su teoría de que el sufrimiento siempre es provocado por el pecado. Pero aquí son más crueles que en la primera sección. En esta segunda serie no hacen un llamado al arrepentimiento, no son nada dulces, ni consoladores sino que sus actitudes son más hostiles y endurecidas. En su primera perorata, Elifaz con consejos desabridos, se dirigió a Job con cierta consideración, pero en esta ocasión, con consejos sin la gracia y misericordia de Dios arremetió contra Job, el afligido y desesperado sufriente, con la idea de que era un impío, un pecador empedernido, sin respeto para sus mayores y que había desafiado a Dios. Pidamos a Dios, que su gracia, nos acompañe siempre en todo, y “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” (Col 4:6).

    1. Palabras sin gracia y sin misericordia (Job 15:1-16). Elifaz comienza lanzando duros golpes, palabras verbales a Job. 1) Palabras llenas de orgullo (Job 15:2) ¿Proferirá el sabio vana sabiduría, y llenará su vientre de viento solano? Elifaz dice que no llenará su vientre de viento refiriéndose a las palabras dichas por Job. 2) Palabras llenas de insulto (Job 15:3-4) “¿Disputará con palabras inútiles, y con razones sin provecho? Tú también disipas el temor, y menoscabas la oración delante de Dios.” 3) Palabras llenas de culpa y condenación (Job 15:5-6) Porque tu boca declaró tu iniquidad, pues has escogido el hablar de los astutos. Tu boca te condenará, y no yo; y tus labios testificarán contra ti. Elifaz está golpeando con sus palabras diciendo eres un grandísimo charlatán, Job, tú boca te condena. 4) Palabras humillantes (Job 15:7-9) ¿Naciste tú primero que Adán? ¿O fuiste formado antes que los collados? ¿Oíste tú el secreto de Dios, y está limitada a ti la sabiduría? Elifaz continúa, a través de preguntas, con sus palabras hirientes, exageradas y sarcásticas. 5) Palabras sarcásticas (Job 15:11-13). ¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios, y las palabras que con dulzura se te dicen? ¿Por qué tu corazón te aleja, y por qué guiñan tus ojos, para que contra Dios vuelvas tu espíritu, y saques tales palabras de tu boca? (Job 15:11-13). Elifaz con sarcasmo dice a Job, deberías estar contento con la consolación de Dios a través de las palabras dulces que te estoy diciendo. 6) Palabras hirientes y exageradas (Job 15:14-16) ¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y para que se justifique el nacido de mujer? He aquí, en sus santos no confía, y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos; ¿Cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua? Elifaz hiere a Job diciendo: Eres aborrecible por eso bebes tu propia medicina. El rey David estuvo en situaciones similares a la de Job y dice: “Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda.” (Sal 57:4).
    2. Falsas acusaciones contra Job (Job 15:21-35). Elifaz para terminar su discurso sin gracia ni misericordia, llama a Job impío, pecador. Hace una lista a Job de diecisiete aflicciones por la causa del pecado. Elifaz en realidad dice: “Job, porque eres un impío te estás retorciendo de dolor. Esa es la razón por la que estás sufriendo. Sólo estás recibiendo exactamente lo que mereces.” (Job 15:20). Lista de falsas acusaciones contra Job. A1) Job eres un tirano y estruendos espantosos son escuchados por el tirano que aterroriza a otros (Job 15:21a). A2) El asolador vendrá sobre ti, Job por eso robaron tu ganado y quitaron la vida a tus empleados (Job 15:21b). A3) Job las tinieblas de la muerte te acosan por tu pecado (Job 15:22a). A4) Job eres violento con otros y la espada está lista para ti (Job 15:22b).

  • 831 – Job 14:1-2 Job. La fragilidad y brevedad del ser humano.
    El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece.

    La vida es breve y está llena de problemas, Job se lamenta en sus declaraciones finales. La enfermedad, la soledad, la desilusión y la muerte hicieron que Job dijera que la vida no era justa. Job acepta la realidad del control de Dios sobre los diferentes aspectos de su vida, pero pone en tela de juicio el significado que puedan tener. La vida es breve (Job 14:1-2), todos son pecadores (Job 14:4), y los días son cortos (Job 14:5), luego sobreviene la muerte (Job 14:7-12). A la luz de esto, Job pide a Dios un poco de gracia en lugar de un juicio tan intenso (Job 14:3), y un poco de reposo de tanto dolor (Job 14:6), y sugiere que un árbol tiene más esperanza que él (Job 14:7). Se ha dicho bien que “el hombre fue creado para el duelo”. Este capítulo de Job 14 comienza con “El hombre” y finaliza con “se entristecerá su alma”. Pero oigamos la voz de este varón de dolores.

    1. ¡El hombre! Está “HASTIADO DE SINSABORES” (Job 14:1). “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores”. Las angustias de Job son tan numerosas que está rebosante de ellas. Es “como cosa carcomida” (Job 13:28). ¿Quién puede limpiar algo así? (Job 14:4). ¿Quién puede recetar algo para una tal complicación de males en el hombre? ¡Con qué cúmulo de miserias no tiene que tratar Dios al salvar al hombre! “He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive.”(Sal 39:5).
    2. ¡El hombre! “HUYE COMO LA SOMBRA” (Job 14:2). “Sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece.” Como las sombras de las nubes se precipitan a lo largo de una ladera como espectros sin aliento, así el hombre huye desde el misterio del nacimiento hacia el misterio de la muerte. Aquí no tiene ciudad permanente. Brota como una flor, para ser visto y sentido por unos pocos, y es cortado. “Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, como la hierba que crece en la mañana. En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.” (Sal 90:5-6; 103:15-16). “Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.” (Is 40:6-8). “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.” (Stg 1:9-11)
    3. ¡El hombre! SUS DÍAS Y MESES ESTÁN NUMERADOS (Job 14:5). “Ciertamente sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti; le pusiste límites, de los cuales no pasará.” El límite de su vida le ha sido fijado por Dios. No sabe cuándo será su fin. No tiene ni siquiera autoridad para decir: “Mañana haré esto o lo otro”. (Stg 4:13-15). “Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos.” (Sal 90:10).
    4. ¡El hombre! “CUANDO EL HOMBRE EXPIRE, ¿ADÓNDE IRÁ Él?” (Job 14:10). “Mas el hombre morirá, y será cortado; perecerá el hombre, ¿y dónde estará él?” Da el espíritu como uno que no lo puede guardar ya más, pero, ¿adónde ha ido? ¿Dónde está él? Debe estar en alguna parte. El dónde depende del carácter de aquel espíritu. Jesucristo enseña que después de la muerte sólo hay dos opciones: Cielo o infierno. “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham

  • 830 – Job 13:15 Job. Seguiré esperando en Dios.
    He aquí, aunque Él me matare, en Él esperaré;

    Job continúa su discurso contra Zofar, defendiendo su integridad, demostrando que las acusaciones falsas de pecado no ayudan la causa de Dios en Job 13:4-10. Los tres amigos de Job no trajeron bálsamo, aceite, ni ungüento para su aflicción sino pedradas verbales. A lo que Job manifiesta su fe en Dios y hace su declaración de fe en Job 13:13-19. Aunque Dios decidiera matarle, Job no perdería su confianza en Él (Job 13:15). Finaliza esta segunda parte del discurso contra Zofar volviéndose y descansando en el Dios que ama y deseando tener una entrevista con Él.

    1. Médicos nulos (Job 13:1-4). “Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; Sois todos vosotros médicos nulos.” (Job 13:4). Job comparó a sus tres amigos con médicos que no sabían lo que estaban haciendo. Eran como cirujanos del ojo que pretendían llevar a cabo una operación de corazón abierto. Muchas de las ideas acerca de Dios eran ciertas, pero no se aplicaban a la situación de Job. Tenían razón al decir que Dios es justo. Tenían razón al decir que Dios castiga el pecado. Pero estaban equivocados al suponer que el sufrimiento de Job era un castigo justo por su pecado. Debemos ser cuidadosos y compasivos en cómo aplicamos la Biblia en la vida de los demás. “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” (Miq 6:8).
    2. Callados se ven mejor (Job 13:5-12). “Ojalá callarais por completo, porque esto os fuera sabiduría.” (Job 13:5). Job después de dar un duro golpe verbal a sus tres amigos les da un consejo: Mejor se hubieran quedado callados. Consejo que nuestros padres nos daban desde niños “sino tienes nada importante que decir, quédate callado”. La Biblia apoya el consejo de Job en Pr 17:27-28 “El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; de espíritu prudente es el hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.” El silencio de los amigos de Job habría sido más edificante, confortador, consolador que sus palabras. Job les advierte con cuatro preguntas “¿Sería bueno que él [Dios] os escudriñase? ¿Os burlaréis de él [Dios] como quien se burla de algún hombre? El os reprochará de seguro, si solapadamente hacéis acepción de personas.” (Job 13:9-10). Job está diciendo que Dios no puede ser burlado como enseña Pablo en Gá 6:7, y que Dios los reprendería por sus palabras (Job 42:7). Job con sarcasmo les dice que estaban descalificados porque sus palabras no ayudaban para nada, eran parecidas en donde el estaba sentado, solo un monto de cenizas y lodo. ”Vuestras máximas son refranes de ceniza, y vuestros baluartes son baluartes de lodo.”(Job 13:12). Jesucristo advierte “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.” (Mt 12:36).
    3. Declaración de fe de Job (Job 13:13-19). Osadamente, Job estaba dispuesto a hablar con Dios y asumir las consecuencias, incluso arriesgar la vida. “He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; no obstante, defenderé delante de él mis caminos, y Él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío.” (Job 13:15-16). Job hace su declaración de fe enseñando que confía en Dios. Job resolvió aferrarse al testimonio que su propia conciencia le daba de su rectitud. Dependía de Dios en cuanto a la justificación y la salvación, las dos grandes cosas que esperamos a través de Cristo, y pregunta “¿Quién es el que contenderá conmigo? Porque si ahora yo callara, moriría.”(Job 13:19). Si alguien pudiera levantar cargos contra él, sólo entonces callaría y moriría. Así, su propio silencio sustituiría al que había pedido que guardaran sus amigos.
    4. Hablando con Dios (Job 13:20-28). Job finaliza sus comentarios a los amigos y se vuelve en oración al Dios que ama. Concluye su respuesta, abriendo su corazón a Dios.

  • 829 – Job 12:13 Job. La grandeza de Dios.
    Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia.

    La respuesta al primer discurso de Zofar es el discurso más largo de Job abarcando tres capítulos en Job 12-13-14. Job es digno de admirar por su resistencia, paciencia heroica, que en medio de su sufrimiento puede soportar y responder a los discursos sentenciosos, condenatorios de sus tres amigos. A esta altura Job ha aprendido un poco la manera sarcástica de hablar de sus amigos y responde a la fuerte crítica de Zofar con mayor fuerza y sarcásticamente refutando la “sabiduría” que sus amigos suponen poseer (Job 12:1–6). Demuestra a sus amigos que él no es un cabeza hueca, ignorante enseñando que el poder, la sabiduría, y la soberanía de Dios son mucho mayor que lo que ellos pueden imaginar (Job 12:7-25). En Job 13 defiende su integridad demostrando que las acusaciones falsas de pecado no ayudan la causa de Dios (Job 13:4-10). Hace su declaración de fe (Job 13:13-19). En esta respuesta, que en realidad se dirige a todas las acusaciones anteriores de sus amigos, Job demuestra la tensión y confusión con las cuales lucha. Por un lado, se manifiesta su fe en Dios. Aunque Dios decidiera matarle, Job no perderá su confianza en El (Job 13:15). Es esa misma confianza que le anima a seguirle preguntando a Dios en cuanto al sufrimiento. En Job 14 habla sobre la fragilidad y brevedad de la vida del ser humano.
    1. La sabiduría de los hombres morirá (Job 12:1-6). “Respondió entonces Job, diciendo: Ciertamente vosotros sois el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría. También tengo yo entendimiento como vosotros; no soy yo menos que vosotros; ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto?” (Job 12:1-3). Job responde y se burla de la supuesta sabiduría de sus amigos. Contestó sarcásticamente al insulto de Zofar que lo llamó asno (Job 11:12) diciendo que ellos se creían tan inteligentes, que pensaban que cuando murieran, con ellos moriría también la sabiduría. Job está diciendo: “hay que triste, ustedes los expertos van a morir y cuando eso suceda no quedará nada de sabiduría en el planeta.” Job continúa diciendo que él también tiene entendimiento, no es menos que ellos. Sigue afirmando que Dios antes respondía sus oraciones, pero que siendo aún justo y perfecto, el Señor había permitido que fuera escarnecido y se convirtiera en el hazmerreír de todos. (Job 12:4). El eterno Dios, “Él es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia.” (Jer 51:15).
    2. Dios lo hizo todo (Job 12:7-12). Job volvió a insistir en contestar el comentario hecho por Zofar relacionado con que era hijo de un asno (Job 11:12) diciéndole: pregunta ahora a las bestias, a las aves de los cielos, a la tierra y aun a los peces del mar, para ver si podía aprender algo de ellos. Job dijo que todos ellos eran más sabios que Zofar, porque sabían que las calamidades vienen de la mano de Jehová, no necesariamente por el pecado. También saben que en su mano está el alma de todo viviente (como la del hombre; Job 10:12; 27:3; 34:14-15), y el hálito de todo el género humano.
    3. La grandeza de Dios (Job 12:13-25). Job admite la sabiduría y poder de Dios y hace una lista de los hechos poderosos de Dios en Job 12:13–25. En Job 12:13-16 Job responde a sus amigos: “Ustedes dicen que con Dios está la sabiduría y el poder (Job 5:9-12; 11:7-10), pero yo sé más de eso que ustedes. Dios puede hacer que cambie el destino de los líderes y aun de las naciones; si él derriba, no hay quien edifique. Debido a que con Él está el poder y la sabiduría (Job 9:4), Él puede controlar la naturaleza, destruir lo que el hombre ha edificado, encerrar al hombre (Job 37:6-7), y aun provocar que haya sequías e inundaciones.” En Job 12:17-21 dice que igualmente, toda la gente está bajo el control soberano de Dios. Refiriéndose a sus tres amigos dice: Dios humilla a los consejeros, también a los jueces, los tiranos,

  • 828 – Job 11:5-6 Job. Mereces más castigo del que te sucede
    Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo, y te declarara los secretos de la sabiduría, que son de doble valor que las riquezas! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece.

    Cuando los conflictos no se solucionan a tiempo, tienden a complicarse más en lugar de simplificarse. Zofar es el tercer amigo de Job en hablar, es un legalista clásico. El menos cortés, lleno de ira, atacó ferozmente a Job, diciendo que merecía más castigo, no menos. Zofar tomó la misma posición de Elifaz (Job 4-5) y de Bildad (Job 8) concluyendo que Job sufría debido al pecado, pero su discurso fue mucho más arrogante, saturado de un áspero y desagradable legalismo. Zofar reprendió cruelmente a Job por asegurar que era inocente, y por acusar a Dios de gobernar mal el universo. Zofar dice a Job: Eres culpable (Job 11:1-4). Eres un ignorante (Job 11:5-12). Eres un pecador (Job 11:13-20). Durante los tres discursos de los amigos de Job (Job 4-31) no se encontrará una sola palabra de condolencia o acción hecha para consolar a Job. El plan inicial de la visita de sus tres amigos para condolerse y consolar a Job por su sufrimiento no se cumplió. Solo hacen a Job comentarios sarcásticos, acusaciones, y juicio condenatorio. “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.” (Pr 12:18).
    1. Eres culpable, mereces castigo, Job (Job 11:1-4).
    “Respondió Zofar naamatita, y dijo: ¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre que habla mucho será justificado? ¿Harán tus falacias callar a los hombres? ¿Harás escarnio y no habrá quien te avergüence?” (Job 11:1-3). Zofar no solo llama charlatán a Job como Bildad sino que afirma falsamente algo que Job no dijo “Tú dices: Mi doctrina es pura, y yo soy limpio delante de tus ojos.” (Job 11:4). “Martillo y cuchillo y saeta aguda es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio.” (Pr 25:18).
    2. Eres un ignorante, mereces más castigo, Job (Job 11:5-12).
    Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo, y te declarara los secretos de la sabiduría, que son de doble valor que las riquezas! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece. (Job 11:5-6). Zofar ve a Job como un ignorante de Dios, y decide enseñarle teología. Habla de la anchura, la longitud, la profundidad y la altura de Dios (Job 11:7-10). Como si fuera poco añade la ofensiva implicación: “Porque Él [Dios] conoce a los hombres vanos; ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso?” (Job 11:11), y luego lanza, sin guantes de seda, otro golpe verbal “El hombre vano se hará entendido, cuando un pollino de asno montés nazca hombre.”(Job 11:12). No solo le dice vano, necio, cabeza hueca, ignorante sino que lo compara con un pollino de asno, un burro, el animal considerado más estúpido, bruto. La Biblia NTV “El que tiene la cabeza hueca no llegará a ser sabio como tampoco un burro salvaje puede dar a luz un niño.”(Job 11:12). Zofar tenía problemas con sus palabras. “Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.” (Stg 3:6).
    3. Eres un pecador, mereces tu castigo, Job (Job 11:13-20).
    “Si tú dispusieres tu corazón, y extendieres a él tus manos; si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la injusticia” (Job 11:13-14). Zofar continúa con sus duros golpes verbales, acusa a Job de inmoral, y que se arrepienta para que le vaya bien. “Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte, y nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron. La vida te será más clara que el mediodía; aunque oscureciere, será como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor,

  • 827 – Job 9:33 Job. ¿Necesitamos un mediador entre Dios y los hombres?
    No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos.

    Job responde a los consejos hirientes de Bildad (Job 9) y luego habla a Dios (Job 10). Job reconoce su pequeñez frente la grandeza de Dios y pregunta ¿Es posible que un hombre pueda altercar con Dios, que es el soberano majestuoso? (Job 9:1-13). Job quedaría apabullado por el Altísimo si tratara de enfrentarse a Él (Job 9:14-20), y dice porque “Al perfecto y al impío Él [Dios] los consume.” (Job 9:21-24). Job cree que su caso no tenía solución y pide un mediador, un árbitro, para con Dios (Job 9:25-35). Sin embargo, Job habla a Dios (Job 10:1-2), cuestiona al Señor por tratarlo mal (Job 10:3-17), y pide a Dios que le diera un poco de alivio antes de morir (Job 10:18-22). Job deseaba presentarse delante de Dios, cara a cara, en un tribunal celestial, para dar a conocer su causa. Job dice a Bildad “que reconoce lo grande que es Dios, su magnífico poder, y le temo. ¡Me presento delante de Él con temor y asombro! Lo único que quiero es acercarme a Él y hablarle de mi causa y tu no me has ayudado a hacer eso, Bildad.”

    1. El asombroso poder de Dios (Job 9:1-13). La razón por la que Job sabía que era incapaz de presentar una demanda contra Dios es porque reconoce los atributos de Dios diciendo: Él es sabio de corazón, y poderoso en fuerza. Job sabía que era demasiado arriesgado resistirse a Dios porque ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien? Dios arranca los montes con su furor, remueve la tierra de su lugar causando terremotos, oscurece el sol y las estrellas. Él extendió los cielos como una tienda sobre la tierra y anda sobre las olas del mar, su poder es evidente en las tormentas del mar. En su poder creativo, Dios creó los cielos, hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, las constelaciones estelares. Dios hace cosas grandes e incomprensibles. En la soberanía y la ira de Dios ¿Quién le dirá: ¿Qué haces? (Job 9:1-13).
    2. ¿Existe un mediador, un árbitro entre Dios y los hombres? (Job 9:14-35). Luego de reconocer el magnífico poder de Dios Job se hace cuatro preguntas: Primera pregunta: Si yo pudiera pararme delante de Dios ¿Qué le diría? (Job 9:14-19). “¿Cuánto menos le responderé yo, y hablaré con él palabras escogidas? Aunque fuese yo justo, no respondería; antes habría de rogar a mi juez.”(Job 9:14-15). Job está diciendo: Si es una cuestión de poder, Dios gana. Por eso, si pudiera pararme delante de él, ¿qué le diría? Segunda pregunta: Si pudiera proclamar mi inocencia, ¿de qué serviría? (Job 9:20-24). Job dice: “Si yo me justificare, me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo. Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo; despreciaría mi vida.”(Job 9:20-21). Tercera pregunta: Si tratara de ser positivo y jovial ¿cómo me ayudaría eso? (Job 9:25-31). Job compara sus días tan rápidos como un correo, naves veloces, un águila, que alcanza hasta 190 km/h, al lanzarse sobre su presa, y dice: “Si yo dijere: Olvidaré mi queja, dejaré mi triste semblante, y me esforzaré, me turban todos mis dolores; sé que no me tendrás por inocente.”(Job 9:25-28). Job luego de exponer sus deseos llega al punto crucial y hace la cuarta pregunta: ¿Es posible tener un mediador, un árbitro que presente mis quejas delante de Dios? (Job 9:32-35). Job dice: “Porque [Dios] no es hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio. No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros dos.” (Job 9:32-33). Si Job hubiese vivido siglos después, en nuestro tiempo, conociera que si existe un único mediador entre Dios y los hombres, que vive, reina, es eterno, y está al alcance de todos. Es el anhelo de “Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio

  • 826 – Job 8:2 Job. Consejos hirientes.
    ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como viento impetuoso?

    Después que Job respondió de manera vulnerable y honesta a Elifaz, toma el turno para hablar Bildad.
    Si usted piensa que Elifaz fue ofensivo, espere hasta conocer a Bildad. Algunos apodan a Bildad como un ¡Puercoespín humano! Su ruda actitud se observa en sus primeras palabras: ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como viento impetuoso? (Job 8:2). Traducidas sus palabras está diciendo: Job, “¡Eres un charlatán!”. Puede usted imaginarse como se sintió Job con fiebre por las llagas que cubrían su cuerpo, dolor, picazón en todo su cuerpo, sentado en el basureo de la ciudad, con la perdida de sus hijos y la esposa queriendo que maldiga a Dios. Elifaz no dio ninguna ayuda con sus consejos desabridos en Job 4-5. Ahora Bildad, después de oír la respuesta de Job a Elifaz, decide poner a Job en su sitio iniciando con el insultante comentario: “Eres un charlatán, Job”. Bildad apoya sus palabras en la tradición. Le dice a Job: “Indaga…en las generaciones del pasado” (Job 8:8). Jesucristo nos recuerda que: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Jn 6:63). Si “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.” (Jn 6:68).

    1. Mira hacia arriba, el carácter de Dios, Job (Job 8:3-7). Bildad luego de llamar charlatán a Job continúa hablando sobre el carácter de Dios: C1) La justicia de Dios. “¿Acaso torcerá Dios el derecho, o pervertirá el Todopoderoso la justicia?”(Job 8:3). Bildad está insinuando que nunca torcerá Dios el derecho, seguramente que no estaba castigando a Job sin motivo. Si Job no había pecado, entonces su sufrimiento significaba que Dios había torcido la justicia. Bildad hace una afirmación hiriente, cruel: Job tus hijos murieron porque estaban en pecado, dice: “Si tus hijos pecaron contra Él, Él los echó en el lugar de su pecado.” (Job 8:4). C2) El poder y la santidad de Dios. “Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso; si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia. Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.” (Job 8:5-7). Bildad insinúa Si Job fuera tan limpio y recto como aseguraba, todo lo que necesitaba era buscar a Dios y rogar al Todopoderoso para que le fuera bien. Los amigos de Job estaban dando consejos sin sentido, desconsiderados, hirientes, porque para ellos era obvio que Job estaba sufriendo por haber pecado.
    2. Mira hacia atrás, la sabiduría del pasado, Job (Job 8:8-10). “Porque pregunta ahora a las generaciones pasadas, y disponte para inquirir a los padres de ellas; pues nosotros somos de ayer, y nada sabemos, siendo nuestros días sobre la tierra como sombra. ¿No te enseñarán ellos, te hablarán, y de su corazón sacarán palabras?” Bildad quería ser mejor que Elifaz, que apoyó su discurso en su experiencia, y basa su discurso en una autoridad mayor, en la tradición, las observaciones de las generaciones pasadas. ¿Cómo podía atreverse Job a insinuar que la sabiduría acumulada de sus ancestros estaba equivocada? Bildad creía que si los muertos pudieran hablar, ellos también darían testimonio de que la gente sufre debido a su pecado.
    3. Mira a tu alrededor, la evidencia de la naturaleza, Job (Job 8:11-19). ¿Crece el junco sin lodo? ¿Crece el prado sin agua? (Job 8:11). Bildad continúa con sus palabras de puercoespín, ofensivas y desconsideradas. Está diciendo a Job: Así como el junco y el prado se secan al no tener agua, Job tu estás seco, marchitado, muriendo porque eres un hipócrita. Bildad continúa diciendo, Job, tú esperanza está pereciendo porque no tienes un corazón puro y una buena relación con el Dios justo y santo. “Aun en su verdor, y sin haber sido cortado, con todo, se seca primero que toda hierba.