A lo largo de la historia, súbditos, esclavos o perseguidos se han jugado la vida (y la han perdido) por aprender a leer y a escribir. Y ahora que vamos sobraos... damos el pésame con un emoji y a la hora de leer, nos quedamos en el titular.
Miguel Rabaneda propone en cada capítulo de DAME UN TITULAR reírnos de nuestra memez saltando de titular en titular para reflexionar sobre ésta nuestra época de prisas y sobreinformación. Y en la absurda carrera por cabalgar de titular en titular hasta la derrota final, no solo el lector va como pollo sin cabeza. También los conductores de espacios radiof