Regresemos juntos a la intimidad de aquel dulce encuentro, de ese inocente espacio para compartir: la hora del cuento. Disfrutemos con nuestros hijos y viajemos con ellos, porque la imaginación no tiene límites. Y recuerden que Nada detiene a un corazón inquieto.
Centro de Recursos para el Aprendizaje del Colegio San Agustín de Chiclayo, Perú.