Avsnitt

  • Medido

    1) Misericordioso: Viene de la palabra mísero. Es la persona que sabe que tiene miserias. Por eso una persona es misericordiosa porque sabe que tiene miserias. Todos tenemos miserias y en el caminar de la vida van apareciendo con mayor sutileza. Durante mucho tiempo se marcaba al católico como el que no tiene pecados o el intachable pero desde que me fui metiendo en esta vida fui comprendiendo que somos una iglesia llena de miserables. Cuando me hice cura creía que entraba a una agrupación de ángeles pero no, comprendi que estoy entre hombres que tienen debilidades y viven con tentaciones y hasta incluso resbalamos seguido. Porque comprendí que el ser cristiano es ser compañero de camino para el que cayó y se levanta para seguir caminando. Ser cristiano no es ser profesor de moral y mucho menos un gendarmen moralista, que fija si tiene posibilidad de entrar o no en lo sagrado, y estamos en el límite mostrando si damos o no permiso.

    2) No juzguen: En mis primeros años juzgaba mucho a la gente y a los curas. Hasta los medía por su forma de vestir o su forma de rezar. Me da vergüenza, lo reconozco, pero lo tengo que decir. Hasta me juntaba con un grupo de personas que nos dábamos la oportunidad de juzgar a la gente por el hecho de si rezaba o no el rosario o de si iba a misa o no. Cuando me tomé mi tiempo y mi año sabático, me dí cuenta cuán herrado estaba; y hasta con el grupo que nos juntábamos a rezar y luego criticar, yo terminé siendo por ese grupo juzgado y criticado. Pero lo más curioso es que muchos de aquellos a quienes yo juzgué y critiqué me ayudaron en mis momentos más duros. Por eso nunca juzgues a tus hermanos, porque por quien menos lo esperas capaz que serás ayudado.

    3) Medida: Aprende a hacer las cosas a medida, aceptando tus límites, pero también aceptando los límites del otro. Porque una de tus dificultades y de las mías es que terminamos exigiendo más de lo que puede a la otra persona que se acerca a nosotros capaz que simplemente para ayudarnos. Aprende a medirte en tu vida y aprende a medir hasta dónde podés exigir a tus hermanos. Capaz que estás exigiendo como empleado a quien se acerca a tu vida como un simple voluntario. Algo bueno está por venir.

  • 1) Subió: Es necesario en este tiempo hacer un alto, volver a mirar tu objetivo del año y hacer un análisis de tu vida. Hace muy poco iniciamos el año y ya andas a las corridas, perdiendo tu objetivo de darte ese tiempo para vos y para Dios. Levanta tu mirada y no creas que ya todo está perdido. Hay veces que reducís tu vida a si se te da un préstamo o si simplemente conseguiste el auto o la casa que querías. La vida va mucho más allá y no pueden ser las cosas materiales o afectivas las que decidan si lograste o no tu objetivo. Por eso, apunta a cosas más altas y más profundas, porque la vida no se termina con un cheque o con un auto.

    2) Pedro, Santiago y Juan: Es importante que tengas en claro que no todos son tus amigos. Una cosa es tener compañeros en la vida, pero es distinto los amigos, los íntimos, los que comparten con vos las cosas buenas y las cosas malas. Aprende a fijarte con quién compartís tus secretos y con quién hablas de tus efectos. Hoy date ese lujo de darle tiempo a tus íntimos y reafirma tu vida en tu amigos, en aquellos que no ponen por encima títulos ni éxitos y mucho menos condiciones, en esos con los que sos simplemente vos.

    3) La voz: El escuchar a Dios implica callar y silenciar. Tu vida y la mía son una constante búsqueda de lo que Dios quiere de vos, saberte encontrado en su amor. No dejes de buscar a Dios en tu vida, pero para eso es necesario el tiempo del silencio y de apertura a lo que Dios te propone. Feliz domingo y que esta Cuaresma puedas aceptar lo que Dios te dispone. Algo bueno está por venir.

  • Saknas det avsnitt?

    Klicka här för att uppdatera flödet manuellt.

  • 1) El prójimo: La persona que está cerca tuyo generará muchas cosas en vos, desde amar a odiar. Pero no es lo que la persona genera en vos lo que te hace crecer, sino tu actuar ante lo que el otro te genera. Porque la vida está marcada por ello y por ellos, si alguien te ha lastimado, herido, golpeado, difamado, actuado mal con vos… todo eso aparece también en tu vida.

    2) Justos: En esta vida te tocará compartir con personas justas, pero también injustas y allí irás aprendiendo con quién compartir y con quién no. En esta vida hay momentos y momentos, personas y personas. La clave es que aprendas de todo y sepas que las experiencias marcan y hablan. Tu punto de vista es producto de experiencias vividas.

    3) Padre: La perfección que nos invita a vivir Dios es esa perfección que es ajena a que en la vida no cometas errores, sino que sepas saberte aprendiz de lo que vives y aceptes la vida que tienes; sabiendo que hay una distancia entre la idealidad y la realidad, pero aceptando esa realidad que hoy te toca vivir para poder trabajar un ideal que es que, lo que te hace feliz, es tu felicidad. Algo bueno está por venir.

  • 1) Matar: En estos últimos tiempos la gente tiene la capacidad de matar fácilmente con la lengua. Parece que no hay límites, y todos hablamos de todos, y hasta incluso no nos hacemos cargo del asesinato que cometimos porque podemos destruir la vida de una persona en minutos. Recuerdo una vez que trabajaba para acercar un profesor a una institución educativa. Siempre lo veía aislado y solo. Daba su clase y se iba. Era excelente profesor, pero siempre solo. Hasta que un día le pregunté: “¿por qué siempre solo?”, y su respuesta fue: “porque hace 5 años una religiosa habló que yo traté de tocar a un niño, me juzgaron y hasta casi me corren. Después se comprobó que no era cierto, y hasta la hermana dijo que ella no había dicho eso, pero, en el transcurso del tiempo, mis compañeros y la institución me dieron la espalda, hace 20 años que trabajo aquí, de manera intachable, pero basta un mal comentario para que a uno le destruyan la vida”. Fue durísimo, pero entendí allí porqué él era así.

    2) Antepasados: Es necesario tener en claro en dónde estamos parados, pero también hacernos cargo de esta situación que afrontamos, porque podés destruir la vida de alguien en un solo instante. Lo que la difamación hace puede destruir tu buena fama en minutos, es como una bomba atómica, porque destruye y deja marcas de por vida.

    3) Ofrenda: No dejes de hacer el bien y entrega todo a Dios. Aunque haya personas que quieran matarte en vida y hasta incluso personas que te han destruido la vida. Tu vida es importante y la verdad siempre sale a la luz. No dejes de ser una persona entregada a Dios y deja que la obra de Dios tenga su última palabra. ¡Ánimo! Porque muchos podrán difamarte, pero mientras creas nadie podrá matarte. Algo bueno está por venir.

  • 1) El que busca: No dejes de buscar lo que amas y no dejes de hacer lo que te hace bien. Hay veces que dejas de lado cosas que son necesarias para tu vida y que son cosas que te dan vida. Para vivir en paz tenés que buscar tu paz y es necesario que sepas dónde buscarla. Es por eso que tenés que aferrarte a las cosas y personas que te hacen bien, no para tener una dependencia de ellos, pero sí, para saberte ayudado por ellos.

    2) Dar cosas buenas: No dejes de hacer el bien, y mientras puedas ayudar hácelo, porque todo vuelve en esta vida y hasta me animo a decirte que de manera intensa. Tu ayuda es semilla para tu beneficio futuro y no dejes de actuar aunque los demás no te reconozcan ni aplaudan, porque Dios y la misma vida se encargan de devolver.

    3) Ley y profetas: No te olvides que en la Biblia tenemos muchos que nos recuerdan que en esta vida se sufre y hasta nos quieren liquidar, pero quien está con Dios nada lo puede atormentar. Acordate que las personas no tienen la última palabra y con el tiempo sabemos cómo son las cosas y quiénes son las personas. Algo bueno está por venir.

  • 1) Malvada: La palabra malvado viene de “malifatius o maleficus”, que significa “quien tiene o quien se genera un destino malo”. Por tanto, hay personas que por su actuar en el mundo se generan a sí mismos un mal cuando creen que hacen un mal a otro. Esto es lo que dice la frase popular: “el que mal anda, mal acaba”. Malvado también significa infeliz, porque aun sabiendo que por sí mismo puede lograr su felicidad, se auto-destruye generando un mal en otros. Por tanto, en este mundo tenemos que tener en claro que hay gente que no vive feliz y que no te quiere feliz, pero no dejes que ese tipo de personas se peguen a tu vida.

    2) Signos: Dios nunca te dejará sin signos para tu vida, porque siempre Dios te advierte de cosas que pueden suceder en y con tu vida. Es necesario saber estar atento con las cosas que te pasan y las cosas que te traspasan en tu vida. Hoy pensá en los signos que Dios va poniendo en tu vida y las personas que son un signo de Dios para tu vida y tu forma de vivir.

    3) Juicio: Hay veces que esperamos algo más que un signo. Hay veces que queremos que los signos sean como nosotros queremos que sean. Por tanto, haz aquí el análisis si querés atender el plan de Dios para tu vida o querés que Dios atienda tu plan para que hagas tu vida a tu gusto. La clave de esta Cuaresma es aprender a abandonarse. Algo bueno está por venir.

  • 1) La oración: La vida espiritual se alimenta de la oración. Porque la clave de tu vida espiritual es que vivas la oración como el latir del corazón. Es esa capacidad de tener una visión sobrenatural a todo lo que te toca vivir en el día a día. Es como ponerse un lente que te lleva a ver lo sobrenatural de todo lo que a uno le pasa. Es un proceso todo esto, pero la clave es que en esta Cuaresma lo vayas intentando.

    2) Mucho hablar : La vida espiritual no pasa por mucho hablar o por mucho hacer. Es saber que inicias un estilo de vida y empezás a vivir tu vida con una actitud distinta, para asumir que estás bajo las manos de Dios, y que hay un abandono de tu persona a lo que Dios te quiere proponer. Hay veces que tenemos cristianos que buscan millones de métodos para generar oración, hasta posturas y poses que les enseñan. Pero Jesús lo que te propone es que solo te abandones a su amor y que al estar un momento de tu día solo, puedas hablar con Él o simplemente pensar en Él. Como decía el cura de Ars cada vez que se ponía frente al santísimo: “Él me mira y yo lo miro”.

    3 ) Padre: Dios es tu Padre y lo que vivimos en cada palabra del Padre Nuestro es la síntesis de tu vida. Está allí el acto de fe de saber que está en los cielos y que también le pedimos que nos libre de todo mal. Como tarea te dejo que escribas la frase que más te atrapa en este momento de tu vida y la trates de repetir en todo lo que queda de la cuaresma; yo me quedaré con la frase: “que estás en los cielos”. Algo bueno está por venir.

  • 1) Venga: Dios va a venir, porque tu vida es limitada y todos tenemos una fecha de vencimiento. Por tanto, no vivas pateando las cosas para más adelante y aprende a vivir el hoy sin dejar cosas para el mañana. Esto implica que recuerdes aquello que te dijeron hace unos días: “recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. Es recordar que Dios va a volver a tu vida y te vendrá a buscar. Vive cada minuto recordando que puede que no haya un mañana y aprende a dar lo mejor de vos para que en la retina de muchos quede tu gesto de amor.

    2) Separar: Creo que hoy tenés que separar de vos las cosas lindas que hiciste hasta ahora en los demás y en vos, pero también aceptar y asumir las cosas malas o erróneas que hiciste ante vos y los demás. Es necesario asumir el todo de tu vida, pero también aceptar cosas que hiciste bien y cosas que hiciste mal, es sano aceptar lo que logramos y en lo que fracasamos.

    3) Cada vez: Tus actos son lo que te definen y tu vida se sintetiza en lo que hiciste en la vida de los demás. Por tanto, podrás tener muchos títulos en tu pared y mucho dinero en la billetera o simplemente podrás tener muchos logros y éxitos, pero si no ayudaste quedará en el olvido porque ni siquiera se encontrarán expuestos luego de tu partida. Aprende a recordar que son tus actos los que quedarán en el recuerdo y hasta puede que sea tu abrazo o tu sonrisa a alguien que lo necesitaba lo que pueda ser tu gran punto de manifiesto en la historia de esta humanidad. Algo bueno está por venir.

  • 1) Llevado: En este caminar todos tenemos que pasar por un camino donde hay pruebas, porque son las pruebas las que te hacen madurar y son las situaciones difíciles las que te hacen cambiar de perspectivas. Es por ello que estás invitado a vivir la vida viviéndola pero también asumiéndola con todo lo que implica. El desierto es un estado del espíritu y de la vida misma, en donde te sentís en la nada y en donde parece que estás en la nada. Pero es la etapa que tenés que pasar para encontrar lo nuevo y distinto para tu vivir.

    2) El demonio: Siempre aparecerán personas o situaciones que tratarán de dividirte y hasta incluso de destruirte. No dejes que eso te aprisione o te haga sentir insignificante, porque el desierto es parte de la vida, pero el tirarte abajo es parte de las tentaciones y del alejarte de lo sagrado. Por eso volvé a las cosas de Dios para que Dios te cuide en las cosas que haga y te recuerde lo valioso que eres.

    3) El poder: Siempre estarán las tentaciones, pero la mayor de todas es querer tener el poder, el control de todo y manejarlo todo. Por eso hoy pedí a Dios que siempre te dé la humildad y que lo que hagas siempre sea para mayor gloria de Dios y no para exaltación de tu persona ante los demás. Que tu vida pase por el desierto para madurar y que las tentaciones que sufras sean para un mirar distinto ante los demás. Algo bueno está por venir.

  • 1) Un publicano: Era un hombre marcado por la sociedad y juzgado por los religiosos. Capaz que algo similar a lo que te pasó muchas veces a ti, cuando el consuelo se pierde desde los religiosos y también se pierde la oportunidad por gente de la sociedad. Pero es en esa etapa donde aparece tu identidad, el aceptar tu persona y tu debilidad. Leví es juzgado socialmente por su labor y condenado por los religiosos ante su traición, pero sin embargo para quien cree y tiene un corazón disponible para Dios, siempre hay una oportunidad.

    2) Sígueme: El seguimiento no es un premio por el currículum que tienes y mucho menos es como un juego de la oca, donde uno avanza pasos y retrocede, según acciones y decisiones. El seguirlo es confiar y abandonarse. La diferencia entre Leví y los publicanos es que Leví reconoce quién es y asume lo que cometió, mientras que los publicanos presentan algo que no son y tratan de mantener una hipocresía incluso usándolo a Dios. Hay que pasar de ser publicano a Leví y dejemos de mantener algo que no somos para sabernos elegidos, porque Dios elige a la persona y no al personaje que te creaste.

    3) Murmuraban: La gente siempre hablará de vos y dirá cosas a tus espaldas porque, mientras tengas en claro a dónde va tu corazón, siempre habrá personas que hablarán por el rincón. Cuando de frente no te enfrentan, no pierdas el tiempo ni en pensar que hablarán de más, porque si no te enfrentan es porque una mentira está detrás. Sentite elegido por Dios porque “Dios no llama a los capacitados sino que capacita a los llamados”. Algo bueno está por venir.

  • 1) Nosotros: Esta Cuaresma puede reducirse a un legalismo en donde todo pase por cumplir normas o controlar a los demás si cumplen o no cumplen normas, si comió el viernes carne o no. Las normas que propone la Iglesia son para que asumas en tu vida una íntegra relación con Dios, pero no pueden las normas absorber tu intimidad con Dios. Porque si no las normas, en vez de ser un cause, pueden ser una pared en tu relación. No es por cuánto y en tanto que cumplo que me lleve a tener derechos y privilegios.

    2) Los amigos: Tu relación con Jesús desde este punto fluido y amigable es lo que Él te propone. Esa intimidad en vos que te lleva a una exterioridad de aportar a quien está a tu lado. El legalismo puede gestar policías religiosos, personas que estén todo el día controlando, y una relación desde el temor. A lo que te invita Jesús es a una relación fluida que tome tu intimidad con Dios y un diálogo en su amor.

    3) Momentos: En la vida espiritual hay momentos y momentos. Hay días que tu oración será fluida y días en que parece que no podés conectar con Dios. Es en los momentos de sequedad cuando podrás encontrar la ayuda en las normas espirituales como la misa, el rosario o la lectura espiritual, etc. Es recordar que los medios son medios de encuentro con Dios y no un listado que debo solo cumplir por miedo a Dios. Algo bueno está por venir.

  • 1) Sufrir y ser rechazado: Es la situación que te hará vivir muchísimas veces la gente que te rodea. Pero esto te tiene que llevar a recordar que la felicidad no es un sentimiento, ni algo que dependa del otro. La felicidad es una actitud de vida y una visión del vivir que depende solamente de vos. El sufrimiento tiene dos rostros: el interno y el externo.

    EL INTERNO: Es el más doloroso porque están en juego tus sentimientos, es producto de tus sentimientos. Es aquello que ni siquiera vos podés controlar y te lleva a la angustia, te lleva a las lágrimas. Es lo que ha calado hondo en tu corazón y de un tranco caen todas tus expectativas y también tus deseos. Es el choque con una realidad que sentís que no va a cambiar nunca y te caduca.

    EL EXTERNO: Es cuando la gente te rotula o presenta de vos una figura que no sos. Es el menos doloroso, porque surge del hablar de la gente, pero puede ser el más letal, porque hiere tu orgullo y con un solo golpe te mata. Este veneno solo entra si le permitís que entre. Este virus va directo a tu cabeza, a imaginarte cosas que no son y a pensar en exceso en el futuro. Esto hace que el sufrimiento sea letal y lleve a caducarte por completo, aislándote y haciéndote sentir que sos nada y que todo el mundo te señala con el dedo acusador. No permitas que este sufrimiento entre a tu vida, porque solo de vos depende que entre. Pero una vez que entra es muy difícil sacarlo. Eso lleva al rechazo y a rechazarte. A diferencia del interno es de un solo golpe, más letal. En cambio al interno lo vas llevando con los días.

    2) Renuncia: El antídoto a este virus que te presenté recién es abandonarte en Dios y ponerlo en sus manos, sabiendo que hay un proceso de dolor para llegar a una resurrección. Hay un paso. Tu vida no está marcada por el sufrimiento; porque el sufrir en esta vida es un paso, un paso a la resurrección, es un vivir, es un aprender de la vida. Tenés que pensar que de cada dolor y sufrimiento que pasaste aprendiste algo, a tomar una actitud nueva ante tu modo de vida. Si seguís en la misma es porque el dolor no pasó como la cruz, que fue un paso al eterno vivir. No dejes de caminar y viví este tiempo con espiritualidad. Pedile a Jesús que te ayude a mirar tu vida y a saber que estos dolores que giraron o giran en tu corazón no te matan, sino más bien te fortalecen.

    3) Ganar: La vida es una, es corta, pero también es simple. Somos nosotros mismos quienes nos complicamos. No dejes de caminar por lo que verdaderamente querés para tu vida, por lo que soñás. No sufras tampoco por cosas que no son y no van a ser. En eso uno mismo se miente. Busca tu paz y gana la vida viviendo y no matándote a vos con tus pensamientos y actitudes. ¡Vamos! Que es tiempo de Cuaresma, es tiempo de grandezas. Algo bueno está por venir.

  • 1)Tengan cuidado: En esta vida tu lucha y la mía es contra la soberbia. Algo que se nos va pegando mientras pasan los años. Es por eso que en este tiempo se te propone trabajar el corazón para evitar que se pegue y apegue a cosas que lastiman o hieren a los demás. Es tener cuidado y poder ver en estos cuarenta días las cosas que pasan por tu corazón y por tu mente, para también ver a qué te apegaste y a quien pegaste con tu lengua. Hoy date la oportunidad de recordar que somos polvo y al polvo volveremos.

    2) Ayuno: Ayunar significa estar vacío o vaciarnos. Por eso desayunar significa romper lo que estaba vacío. El ayuno que pasa por la vida del cristiano no es tan solo privarnos de alimentos, sino saber sentir la necesidad y comprender que en esta vida no podemos tenerlo todo. Hay etapas y situaciones que uno mismo debe vivir y asumir. Ayunar hoy es dejar cosas que no son esenciales en mi vida pero en estos últimos tiempos yo mismo las fui convirtiendo en esenciales. Hoy date cuenta que esas cosas o esas personas no son esenciales. Date la oportunidad de distanciarte de aquello que no aporta en tu vida o simplemente date cuenta que no era tan necesario para vos.

    3) Orar y limosna: La oración será esencial en estos días, que puedas darte cuenta que tenés que tener un diálogo con Dios, pero además que puedas ayudar a otras desde ese diálogo con Dios. Una persona que ayuda no es necesario que lo haga por amor, pero una persona que ama sirve con amor a quien ama. Por tanto, hoy volvé a trabajar durante cuarenta días la esencia del por qué y el para qué haces las cosas, no sea que tu ayuda tanto en la iglesia como en lo cotidiano sea un servicio social más que un producto de tu fruto espiritual. Feliz inicio de Cuaresma. Algo bueno está por venir.

  • 1) Lo hemos dejado todo: En el proceso de la vida cristiana uno va descubriendo que este camino es de toma de decisiones de manera cotidiana. Porque hay veces que las cosas que te ofrece el mundo no son compatibles con el caminar hacia la eternidad. Uno puede adentrar este evangelio en la vida consagrada, pero va a más. Va a la vida cristiana en sí. Porque seguirlo a Jesús es una decisión constante, del día a día. Desde optar por el sacerdocio o la vida religiosa, hasta el optar de ir a misa el domingo en vez de quedarse a ver un buen partido.

    2) Casas: Jesús marca la renuncia en las raíces de tu vida, en aquello a lo cual todos pensamos que va en dirección a tu vida. Es cristificarte para que Jesús entre en la opción de vida que elegís. Si elegís casarte, que Jesús entre en tu vida matrimonial; si elegís el sacerdocio, que Jesús entre en tu relación con el presbiterio y tus hermanos curas; si elegís la vida religiosa, que Jesús entre en tu vida comunitaria. Porque por más que sean un matrimonio que trabaje en un movimiento o parroquia, por más que seas un sacerdote o consagrado, si no buscas relacionarte con Dios día a día, puede terminar en que seas un vende humo (aparentar). Por eso hay que dejar entrar a Dios en toda opción que vos tomes.

    3) El cielo: Jesús te recuerda a lo que apunta tu vida, es vivir en la paz y saber que tu búsqueda es la eternidad. Dios te llama para ir al cielo y desde aquí, en la tierra, disfrutar de este vivir y saber que todo se puede lograr en esta vida, pero con la ayuda de Dios y buscando el cielo. Hoy Dios te pega ese empujón, así que a caminar. Algo bueno está por venir.

  • 1) Corrió hacia Él: ¿Cuántos buscan a Jesús y hoy corren hacia Jesús?. Capaz que vos sos uno de esos, que van corriendo. Pero hay que ver el motivo, ¿cuál es el motivo que te lleva a buscar a Jesús?. Este muchacho corre porque quiere la vida eterna. A vos ¿qué es lo que te hace correr en búsqueda de Jesús?. Tenes muchas necesidades y problemas?

    2) Todo lo he cumplido: Vemos aquí esa situación en donde la voluntad vence a la razón y al espíritu. Una de las tentaciones que puede aparecer en vos y en mí es el ser demasiado voluntaristas, personas que nos llevan a creernos que somos más que otros por ciertos actos que hacemos. Es más, hasta nos creemos cristianos premium, como que somos de otra categoría, cayendo en una actitud vanidosa y hasta de pulcritud, dejando de lado lo humano y lo sencillo. Pasamos a ser supervisores de los hermanos en vez de ser hermanos entre hermanos.

    3) Ve, vende lo que tienes: Esa avaricia puede alejarte de la felicidad, el que tus preocupaciones pasen por cosas ajenas a vos y que te encuentres prendido en lo material y en lo afectivo. No dejes de luchar por aprender a ser desprendido en esta vida. Vos tenés muchísimo para dar, tenés un corazón grandioso, pero aprende a soltar. Algo bueno está por venir.

  • Por tus frutos se te conocerá

    1) No sos superior: Que te quede claro que en esta vida nadie es más que nadie, ni menos que nadie. Eso no quita de tu trato con respeto a los demás, obviamente, pero no te olvides que todos en esta vida tenemos un caminar con golpes, pero también con satisfacciones. Porque hay veces que uno puede creerse rambo, como que lucha solo contra el mundo y que solo ha logrado virtudes. ¡No! Mira la cruz, allí está la mayor enseñanza de nuestro Maestro, Jesús. Todos la luchamos, todos la peleamos, todos la enfrentamos, con más o menos pero todos estamos en el mismo baile, así que a lucharla.

    2) ¡Hipócrita!: Hay veces que vos y yo caemos en hipocresía, cuando creemos que podemos juzgar a todo el mundo. Es como que se nos sale la cadena y no perdonamos ni una a nadie. Al final, los que estamos dentro de la Iglesia terminamos siendo muchas veces un nido de víboras. O hay veces que más usamos la vida con lo que le llamo personas de «lengua a la vinagreta» porque con su hablar te avinagran la vida, te la ponen muy amarga.

    3) Lo que hay en vos: La enseñanza final del evangelio nos dice que uno expresa lo que en su corazón tiene. Si sos un hombre de bien, transmitís bondad; si sos de mal, entonces transmitís maldad. ¿Cómo darse cuenta? Mirando atrás y fijándote en lo que hiciste. Si lograste grandes cosas, venís bien. Pero si estás más solo que perro, entonces pensá también po qué motivo. Algo bueno está por venir.

  • Mc 10, 13-16: No impidas que otros se acerquen a Jesús

    1) Ser como niños: En esto me baso en la espiritualidad de Santa Teresita de Lisieux. Ser como niños para derramar ternura y cariño, mostrar confianza y lograr compartir con el otro. Me encanta cuando visito los Jardines de infantes de acá del colegio y veo cómo aprenden a tomar el té o a jugar con sus compañeros. Pero cuando estamos por entrar a la universidad o en la vida profesional, cómo cambiamos. Ya se nos mete la competitividad y los celos, ya no queremos escuchar a nadie. Tenemos nuestras rebeldías, tomamos actitudes muchas veces incompletas de lo que tenemos que hacer con el otro. Hacete como niño, pero no un niño caprichoso y malcriado, que todo lo que vos quieras se te tiene que dar, sino abrite al otro.

    2) No los dejaban: Los que estamos cerca de Jesús, como los apóstoles, podemos caer en lo que llamo: “patovicas católicos”. Esos que deciden quién entra y quién no, quién está cerca y quién no. Y sí, hay personas que no nos gustan y terminan siendo lastimadas para que se vayan. Así, y solo así, empobrecemos a la Iglesia y no dejamos que muchos se acerquen a Jesús. Por fa, si sos de algún grupo católico o movimiento de la Iglesia, o vos, hermano cura o hermana, por fa acerquemos a la gente a Jesús y no lo impidamos. No empecemos a herir a la gente.

    3) Valor: La templanza significa “dominio propio”. Hoy sería bueno que te preguntes si te estás dominando, porque es esencial para vencer en esta vida el saber controlar su carácter y su vida ante las circunstancias con las que uno se encuentra. Algo bueno está por venir.

  • La importancia de la entrega

    1) Enseñando: El evangelio inicia con esto: Jesús educa y acompaña porque sabe que la gente tiene dudas, que hay cosas que cuestan en la vida, la cual es difícil de caminar. Que no todo se entiende y que nadie nace sabiendo. Que en esta vida te darás golpes y cometerás errores. Que esta vida nadie la tiene ganada y el éxito comprado, que ante la señalización con tu dedo a uno, hay otros cuatro que te apuntan a vos. Que en esta vida nadie puede decir: ”a mí nunca me pasará”, porque no sabes en el mañana lo que te espera. Es por ello que Jesús se detiene y enseña, pero enseña con misericordia porque sabe que somos débiles y en Él encontramos fortaleza.

    2) Dureza de corazón: Vale aclarar que el divorcio es un tema que se presenta, y el cual, en muchos casos es sugerible, ya que puede aparecer una relación tóxica que más que construir destruye y en donde lo único que se logra es destruir la imagen de Dios entre los cónyuges y ante los hijos. La dureza de corazón se da cuando el diálogo desaparece y en donde priman los objetivos personales en vez de los matrimoniales o incluso familiares. El corazón se pone duro cuando no escuchas al otro y solo te cerrás en vos. Lo que era una relación fluida puede convertirse en tóxica y amargada. Necesita de amor, humildad y presencia de Dios para no caer en dureza.

    3) El corazón: Cuántas luchas hay en uno mismo y te entiendo cuando cometes errores, yo también los cometo. Pero cuando el corazón se pierde en la lujuria y en los propios intereses, cuando solo te importa saciarte de los demás, y la soberbia te toma y a quien amas lo convertís en objeto de tus satisfacciones, entonces allí se cae en un manoseo o en un aduterio. Pedile a Dios la gracia de tener un corazón sano, que permita fortalecer tu relación con tu verdadero amor. Y para saber qué es un verdadero amor, solo se necesita saber que produce vida en los demás y sabe asumir toda la realidad tanto familiar, como personal, para entregarlo a Dios. No dejes que tu corazón sea manoseado por intereses personales o lujuria, que tu corazón sea entregado a la persona que amas y te hace sentir amado. Algo bueno está por venir.

  • No escandalizar, sino animar

    1) La recompensa: Creo que muchos de los que tuvimos la oportunidad de misionar alguna vez, pudimos experimentar lo hermoso que se siente ver esas recompensas pequeñas, ese mate de una familia sencilla, pero que te lo da con todo cariño. O cuando te invitan a comer como un acto de agradecimiento y hasta te hacen sentar en la cabecera. Actos y gestos de generosidad que Dios te muestra en los sencillos, eso ensancha tu vida y tu corazón. Es más, te propongo que mires tu interior y recordés hoy algún gesto que te hayan hecho por llevar esperanza y paz.

    2) No escandalizar: Sabemos que nuestro pueblo sufrió y sufre mucho por los escándalos que nosotros, los propios miembros de la Iglesia, hemos realizado. No pienses tan solo en la pedofilia o violencia. Miremos los escándalos que vos y yo cometemos cuando mostramos esa doble vida, cuando nos mostramos súper católicos y hasta andamos con una cruz en el pecho más grande que la de un obispo, pero andamos colgados del cable de televisión o nos colamos en la fila, o copiamos en el examen, o somos los chismosos primordiales del barrio. En fin, esos también son escándalos.

    3) Corta: Es fundamental en la madurez humana y espiritual aprender a hacer cortes con aquello que te aleja de Dios y de la paz interior. Muchas veces puede suceder que sean cosas que te dan placer y entusiasmo, pero de manera momentánea porque después te tira para abajo y te lleva a la angustia. Es como el efecto del alcohol o de la droga, porque estás “pum para arriba” y después estás con dolor y angustia. Algo bueno está por venir.

  • Mc 9, 38-40: La unidad entre nosotros
    1) Vimos que..: Es esa situación de algunos cristianos que, en vez de creerse hermanos entre hermanos, se muestran como supervisores de otros hermanos, llegando a controlar y declarar quién tiene gracia de Dios y quién no. Recordemos que Dios obra en cada uno de manera particular. Por favor, no seas un detective de tu hermano, más bien sé una ayuda para tu hermano.

    2) Impedir: Cómo nos cuesta ver que Dios obra incluso en ese hermano reconocido por todos como pecador. Dios obra en ese hermano también. No porque tu hermano tenga un defecto significa que no puede ser santo u obrar según Dios. Para la mano, que todos tenemos en este sentido una mancha, todos tenemos una manchita en este mundo. Todos tenemos una situación que nos apremia. Por ello hay veces que tenemos que aprender a mirar más el mensaje, que quedarnos observando al mensajero. Mira la obra de tu hermano y lo bien que hace en los hermanos y no mires el currículum de tu hermano para encontrarle una mancha y desacreditarlo.

    3) La unidad: Hoy tenemos que trabajar más unidos que nunca y no que cada uno esté en su molino. Y con esto no me refiero a la relación nuestra con los hermanos evangelistas o alguna religión en particular. ¡No! Me refiero entre nosotros mismos. Hay veces que un cierto fanatismo, que hay entre nosotros, nos hace que busquemos hermanos cueste lo que cueste, pero no para llevarlos a Jesús, sino para afiliarlos a la lista de nuestro movimiento o de nuestro grupo parroquial. O la situación de desacreditarnos entre nosotros porque este es de tal o cual movimiento o grupo. Hoy te invito a que hagamos una oración a Dios para mirarnos más a la cara y aceptar que con la diferencia de cada uno construimos una Iglesia hermosa y viva. Algo bueno está por venir.