Soy firme creyente que Dios nos hace crecer a través de tiempos de cambios, personas que cruzan nuestras vidas, familia de origen y dificultades. Él desea usar las circunstancias, personas y momentos de nuestras vidas para salir de nuestras áreas de confort, sanar heridas y enfrentar desafíos que nos lleven a andar por fe y no por vista. De esta manera Él nos invita a cultivar nuestra relación con Él, seguir desarrollando el carácter y pasión por el propósito que Dios tiene para cada uno. A este crecimiento le llamo reino interior.
También es mi convicción de que ese crecimiento en nuestro reino interior está íntimamente relacionado con nuestra influencia y el expansión del Reino de Dios en la tierra. En otras palabras el reino interior y el Reino “exterior” están conectados y Dios nos invita a crecer en ambos.
Anhelo ver un movimiento fresco del Espíritu Santo en España y en muchos lugares de Europa y el resto del mundo. Los tiempos que estamos viviendo nos llaman a estar más despiertos a lo que el Espíritu está haciendo. Ya no tanto apoyándonos en formas, métodos, entrenamientos, sino cultivando una intimidad con Dios y una alta dependencia para poder seguirle a donde Él está trabajando.