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Galerías comerciales, cines y edificios residenciales de corte europeo forman parte del paisaje de la calle Monjitas. En esta arteria del centro de Santiago alguna vez estuvo el famoso restaurant “La Bahía”, hogar de un legendario trago: “el chuflay” (bilz, aguardiente, fernet y rodajas de limón). Por supuesto, la calle debe su nombre a una histórica congregación de religiosas. Esta es la historia de Monjitas.
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Alguna vez conocida como el “sendero de las cabras”, la calle Santa Lucía es dueña de una atmósfera clásica y nostálgica, con edificios de inicios del siglo XX y vista privilegiada al pulmón verde del centro de Santiago. Incluso, algunos de sus primeros residentes la llamaban “alto del puerto”, por su similitud con Valparaíso. Esta es la historia de calle “Santa Lucía”.
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Aunque es pesadilla para conductores inexpertos y repartidores de delivery, la calle Victoria Subercaseaux es una grata curiosidad en el barrio Lastarria. Con antiguos edificios y mansiones que sobresalen a un costado del cerro Santa Lucía, esta calle del centro de Santiago también destaca por su bohemia.
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La calle “Moneda” ha tenido tantos nombres como historia: “Francisco de Riberos”, “Calle Real”, “Calle del barril” y hasta “Calle del Chirimoyo”. Resistida por los conquistadores en un inicio por su cercanía a “La Cañada”, esta arteria del centro cívico de Santiago no solo alberga al palacio de gobierno. Alguna vez también acogió a un famoso teatro, a una recordada confitería y al legendario bar “Roxy”.
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Una zona turística por excelencia, bohemia, gastronómica y patrimonial. La calle José Victorino Lastarria debe su nombre a uno de los intelectuales más influyentes del siglo XIX. Hoy, asoma como un “respiro” en pleno centro de Santiago.
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¿Sabías que la calle Morandé debe su nombre a un capitán de fragata francés? Jean François Briand de Morigandais vivió junto a su esposa en la edificación que albergaba a la Intendencia Metropolitana. Pero su llegada a esa casona esconde una historia oscura, de pesadillas y cadáveres en la plaza de armas de Santiago.
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Alguna vez epicentro de la vida nocturna capitalina, la calle San Antonio debe su nombre a un sacerdote franciscano portugués del siglo XIII. Entre los hitos de esta arteria del centro de Santiago, se cuentan algunas tradicionales tiendas comerciales, el acceso lateral del Teatro Municipal y la reconocida “Picá de Clinton”.
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La calle “Miraflores” es la puerta de entrada al centro cívico de Santiago. Su nombre recuerda una batalla trascendental de la guerra del pacífico. Actualmente combina elevados edificios modernos con tradicionales y señoriales construcciones de la primera mitad del siglo XX, pero la calle “Miraflores” tiene un pasado oscuro que hoy pocos recuerdan.
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Una de las calles más antiguas de Santiago debe su nombre a la congregación católica “Compañía de Jesús”. Caminando por esta calle, nos encontramos con el antiguo Congreso Nacional, el Palacio de Tribunales, el Museo precolombino, entre otros recintos históricos del país. En el siglo XIX, una tragedia en “compañía” dio origen al Cuerpo de Bomberos de Santiago.
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La calle "estado" alguna vez tuvo un intenso flujo de locomoción colectiva. Convertida en paseo peatonal, es reconocida por la gran variedad de su comercio, pero especialmente por sus zapaterías. Durante la colonia, fue conocida como la "calle del Alférez Real" y luego como la "calle del Rey".
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En sus 21 kilómetros de extensión, Santa Rosa conecta el centro de Santiago con seis comunas de la zona sur. Es la segunda calle más larga de la capital, solo superada por el anillo de Américo Vespucio. Santa Rosa alberga la histórica “Casa de los 10” y esconde una oscura historia, trágicamente similar a la de “Jack el destripador”.
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A lo largo de la calle San Diego, se mezclan librerías, teatros, talleres de bicicletas y tiendas de informática. En otros tiempos, sus aceras no daban abasto para recibir a la gente que abarrotaba tiendas, restaurantes, cines y salas de espectáculos masivos. Alguna vez, San Diego fue la conexión de Santiago con el sur de Chile. Su historia, la conocemos en voz de Héctor Velis-Meza.
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Alguna vez fue la calle más iluminada de Santiago. Sus características tiendas de lámparas encendían el barrio Bellas Artes. En el siglo XIX fue hogar de Mateo de Toro y Zambrano. Actualmente, en toda su extensión, la calle “Merced” combina la actividad comercial, la cultura y el patrimonio.
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En el corazón del barrio Bellavista se emplaza la calle Dardignac, una arteria que debe su nombre a un vecino que combatió en la guerra del pacífico. Con los años, se transformó en uno de los epicentros de la bohemia capitalina. También fue escenario de uno de los crímenes más impactantes del siglo XX.
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¿Sabías que un comerciante de 1819 es el responsable de que la calle Bandera lleve ese nombre? ¿Sabías qué era abuelo de Arturo Prat, y que su chacra de Providencia fue la que dio origen a esa Avenida? En este episodio, recorremos con Héctor Velis-Meza la historia del hoy remozado y colorido paseo Bandera.
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Un antiguo monasterio, un popular símbolo religioso, un elegante hotel, el imponente Teatro Municipal y hasta las tradicionales fuentes de soda; se entrecruzan en la historia de calle Agustinas. En este episodio, Héctor Velis-Meza te invita a recorrer esta arteria del centro cívico de Santiago.
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En el Barrio Bellavista, a un costado del cerro San Cristóbal, se emplaza una calle con forma de “U”. Su nombre es “Crucero Exeter”, y rinde homenaje a un navío de la Real Marina Británica entregó ayuda humanitaria a cientos de chilenos tras el terremoto de 1939. Su historia también está cruzada por la segunda guerra mundial.
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Alguna vez fue una de las calles más elegantes de Santiago. Repleta de cines, teatros y cabarets, la calle Huérfanos llegó a ser la anfitriona de la bohemia capitalina. ¿Sabes a qué debe su nombre? En el primer episodio de “Calles”, Héctor Velis-Meza nos cuenta la historia de “Huérfanos”.
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Una invitación a caminar junto al profesor Héctor Velis-Meza por las calles más famosas y transitadas de Santiago. Conoce sus historias y anécdotas, escucha sus sonidos y disfruta el viaje.