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Meditación en el jueves de la VII semana del Tiempo Ordinario. El Señor pronuncia unas palabras fuertes, condenando el escándalo y animando a acabar con todo lo que nos pueda conducir a ofender a Dios: «Si tu mano te induce a pecar, córtatela... si tu ojo te induce a pecar, sácatelo...». Son palabras fuertes, sí, que nos aseguran la Vida Eterna.
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Meditación en el miércoles de la VII semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta una escena en la que se percibe la dureza e intransigencia, y también la arrogancia, de uno de los discípulos del Señor, que llegaría a ser un gran santo. Todos los santos han sido de carne y hueso, con defectos, pero lucharon con humildad y esperanza para superarlos. Lo mismo hemos de hacer nosotros.
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Agradece a este podcast tantas horas de entretenimiento y disfruta de episodios exclusivos como éste. ¡Apóyale en iVoox! Segunda meditación del retiro de febrero, predicado a hombres.
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Meditación en el martes de la VII semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta la escena en la que los discípulos van discutiendo quien de ellos es el mayor. Jesús pone un niño en medio de ellos, y les dice: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
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Meditación en el lunes de la VII semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta un "fracaso" de los apóstoles: no son capaces de echara un demonio mudo y sordo que tenía atenazado a un chaval. El padre acude a Jesús y le dice: «Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos». Y Jesús, tras animarle a tener más fe, realiza el milagro. Al final dirá que este demonio mudo y sordo no se puede expulsar si no es con mucha oración.
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Meditación en el domingo (C) de la VII Semana del Tiempo Ordinario, predicada en un Centro del Opus Dei. La oración colecta de la misa de hoy pide a Dios que «meditando siempre las realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra lo que a ti te complace». Necesitamos levantar la mirada, enderezarnos a Dios, tener visión sobrenatural, para ser capaces de vivir las exigencias de la caridad que Jesús nos plantea en el Evangelio de hoy.
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Meditación en la fiesta de la Cátedra de San Pedro. El Evangelio nos presenta la alegría del Señor al comprobar la asistencia del Espíritu Santo a Pedro, y su promesa de convertirlo en fundamento de la Iglesia: «Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
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Meditación en el viernes de la VI semana del Tiempo Ordinario. Esta meditación es la segunda de un retiro mensual del mes de febrero. El Evangelio nos presenta estas palabras de Jesús: ««Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. (...) el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?» Y aprovechamos para meditar sobre la última bienaventuranza: la de los perseguidos.
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Meditación en el jueves de la VI semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta a Jesús preguntando: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Hay muchas respuestas que podemos pensar, pero la verdadera respuesta es la que damos en nuestra vida, con nuestras obras: en la familia, con los amigos y en el trabajo.
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Meditación en el miércoles de la VI semana del Tiempo Ordinario. El Señor cura un ciego como por partes, en un milagro muy laborioso. Así, laboriosa y paciente, es la tarea de suscitar vocaciones para la Iglesia: requiere mucha constancia en la tarea apostólica, mucho amor a la propia vocación, y el deseo de hacer muy felices a los demás.
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Meditación en el martes de la VI semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta la incapacidad de los discípulos para darse cuenta de la grandeza de Jesús mientras están con Él. Siempre el Señor se encontró con esa dicotomía entre las personas que le rodeaban: grandeza versus mediocridad.
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Meditación en el lunes de la VI semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos presenta a los fariseos que piden un signo más a Jesús para creer en Él. «Jesús dio un profundo suspiro», y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación». Y se marchó. Ojalá que no obliguemos a Jesús, por nuestra arrogancia y soberbia de pretender poner a Dios a prueba, a decir eso de nosotros. Que nuestra respuesta a Dios sea siempre esta: confianza.
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Meditación en el Domingo (C) de la VI semana del Tiempo Ordinario, grabada durante una Vela con el Santísimo para familias del Colegio Alegra. Al hilo del Evangelio de hoy, meditamos en la confianza en Dios y el premio que Dios promete a los pobres, los que lloran, los hambrientos, los excluidos, perseguidos e insultados por su nombre: el consuelo de Dios. Un consuelo que el mundo no puede dar, y que apunta a la orilla del más allá, pero actúa también en la orilla del más acá: aquí y ahora.
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Meditación en el sábado de la V semana del Tiempo Ordinario. En la Primera Lectura contemplamos a Adán y Eva que se esconden de Dios tras el pecado. «¿Dónde estás?» pregunta Dios. Dios nos busca a cada uno, cuenta con nosotros para cosas grandes, como queda claro en el Evangelio de hoy: esa multiplicación de los siete panes y los dos peces. Muchas veces no tendremos más que siete panes para la muchedumbre, pero si los ponemos en las manos de Dios, Él hará milagros con ellos. Lo que no hemos de hacer es escondernos tras los árboles de nuestras carencias, defectos y limitaciones.
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Meditación predicada en un Centro de la Obra el 14 de febrero, aniversario de las mujeres en el Opus Dei, y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. San Josemaría buscó incansablemente poder tener sacerdotes que procedieran de los laicos del Opus Dei, y vio la solución jurídica tal día como hoy de 1943. Meditamos sobre los sacerdotes en la Obra.
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Meditación en el jueves de la V semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos muestra a Jesús predicando por la región pagana de Tiro. Una mujer cananea se acerca y le pide la curación de su hija. Jesús se hace de rogar, y al hacerlo logra que esta mujer persevere con fe y humildad, dándonos ejemplo de una oración confiada a los cristianos de todos los tiempos.
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Meditación en el miércoles de la V semana del Tiempo Ordinario. En el Evangelio, continuación del de ayer, Jesús nos anima a tener un corazón limpio, pues de él sale la maldad que hace impuras algunas conductas y comportamientos, no de las cosas materiales y las criaturas. Hemos de vigilar para que el corazón este limpio, es decir, lleno solo de amor a Dios y a los demás, de deseos de entrega.
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Meditación en el martes de la V semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio recoge un lamento de Jesús ante los fariseos: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí». A esto conduce la rigidez espiritual, el neo-pelagianismo del que habla el Papa, la falta de pasión y el acostumbramiento en el trato con Dios.
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Meditación en el lunes de la V semana del Tiempo Ordinario. El Evangelio nos cuenta que al llegar Jesús a las ciudades, «le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que lo tocaban se curaban». El poder benéfico y sanador del Cuerpo de Cristo, de su presencia. Ese Cuerpo que está presente en la Eucaristía, y nos toca, ¡y de qué manera!, en la Comunión. Nos toca y cura, enseñándonos a tener fe, esperanza y amor.
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